Hace algunos días estaba conversando con una persona que desde hace más de un año tiene una micro empresa.
Durante la conversación me expresó cómo durante más de un año tuvo que soportar los malos tratos y mala paga de su empleador. Pues, en ocasiones, haciendo más de lo que le correspondía, no se le reconocía y además, también en ocasiones, no se le pagaban los trabajos extras.
Esas situaciones tuvieron en la desesperación durante ese tiempo a la persona con la que estaba conversando, hasta que se vio obligado a aventurarse a poner su propia empresa, la cual hasta el día de hoy va caminando bien. Ahora está mejor que antes, pues es micro empresario y su situación económica mejoró.
Esto me hizo reflexionar en aquellas situaciones que hemos vivido y que en el momento perecen muy malas, adversas, humillantes, desesperantes, dolorosas y cosas similares, pero que con el pasar del tiempo producen frutos buenos, dulces y muy gratificantes.
Quiera Dios que todos nosotros comprendamos que muchas de las situaciones adversas que vivimos y que en el momento nos parecen malas, únicamente son el empujón que necesitamos para ser y hacer mejores cosas.