Brisa de tolerancia en Estambul. Un pastor evangélico de origen catalán, Carlos Madrigal, que lleva una veintena de años en Turquía, ha tenido la valentía de dar su testimonio de fe en estos tiempos convulsos al conseguir ver legalizada su iglesia cristiana protestante en pleno Estambul, la primera que lo consigue en 83 años. Su trabajo ha sido distinguido en el diario de tirada nacional “La Vanguardia” dentro de los personajes del día con la mejor calificación (“Semáforo verde”).
Su pequeña iglesia en el barrio de Maltepe, en la parte asiática de la megalópolis, existe desde hace once años, pero hasta agosto del presente no tenía personalidad jurídica. Se trata del primer templo cristiano legalizado, con un estatus oficialmente reconocido y concedido por las autoridades turcas desde la creación de la República, hace 83 años.
Siendo estudiante de bellas artes, Madrigal se interesó por la cultura y el arte islámicos. Pronto se decidió a “conocer el islam desde dentro” y eligió Turquía por ser un país mediterráneo cercano a España. La apertura ha tenido un gran eco en los medios turcos. Y no es para menos porque, como recalca con una mezcla de sorpresa y orgullo el presentador de un popular canal de televisión del país, “se trata de la primera iglesia turca”.
El número de protestantes en Turquía asciende a unos cinco mil. La mitad de ellos residen en Estambul. En la congregación de Maltepe se reúne un centenar. “Nuestra congregación está formada en su mayoría por turcos cristianos. Es decir, turcos que, nacidos musulmanes, se han convertido a nuestra religión. Además algunos también pertenecen a la segunda generación de hijos de creyentes”, describe Timur Topuz, el presidente de la fundación que, apoyada por donativos y cuotas de los feligreses, ha conseguido hacer brecha.
Muchos musulmanes de la vecindad acuden al templo para orar y en Navidades y Pascua la pequeña iglesia se llena hasta los topes. “No ha sido una decisión fácil para Turquía”, añade Topuz, perteneciente a la escasísima minoría de turcos musulmanes convertidos al cristianismo. “Pero es una buena señal en el proceso de democratización, que demuestra que Turquía está cambiando”.
El siguiente reto para la pequeña comunidad evangélica en Maltepe es crear un cementerio protestante , también pionero en Turquía. También abre la puerta a nuevas iniciativas, como la iglesias que ha iniciado un proceso similar en Diyarbakir, la capital oficiosa del Kurdistán.
LA POLÉMICA CON EL PAPA
La polémica desatada por las declaraciones del Papa no ha cambiado la relación de la comunidad con sus vecinos musulmanes, que sigue siendo muy buena. Eso sí, en los últimos días la iglesia ha recibido muchos correos electrónicos criticando duramente al Papa porque “aquí se confunde todo y sus palabras han arrojado más gasolina al fuego. La gente de la calle lo interpreta como el retorno a la mentalidad de las cruzadas”.
“Lo triste es que para desmentir las palabras del Papa de que el islam se propagó a través de la violencia la reacción de los más ofendidos sea precisamente la violencia”, reflexiona Carlos Madrigal, pastor evangélico en Estambul.
LA TURQUÍA CRISTIANA Y LA LEY
El suelo de Turquía tiene una larga tradición cristiana, que ahora retoma. El apoyo de las autoridades y la perseverancia de un pastor evangélico, Carlos Madrigal, de familia catalana, (su padre fue cirujano en Vall d’Hebron) y que lleva 21 años trabajando en Turquía, han hecho posible la legalización del templo.
“La libertad de religión y de expresión están amparadas por la constitución turca. Pero deseábamos conseguir el estatus oficial como iglesia para ser reconocidos. Nuestra voluntad ha sido salir a la luz. La gente tiene miedo de lo que ignora y el mejor medio de vencer prepucios es dar la cara”, afirma el pastor evangélico.
El punto de inflexión llegó en 2003 con un paquete de medidas jurídicas de adaptación a la Unión Europea. La nueva ley urbanística sustituye la palabra mezquita por “lugares de culto” y se delega la autorización de éstos, antes sostenida por la Dirección de Asuntos Religiosos, a las autoridades locales. A raíz de ello, después de un maratón burocrático, llegaría el permiso oficial.
Fuente: La Vanguardia, ACPress.net, NoticiaCristiana.com