La absoluta indiferencia y pasividad de las autoridades políticas y católicas de México permiten que continúe la persecución de ciudadanos evangélicos en Oaxaca, donde los católicos tradicionalistas acaban de perpetrar otro atentado contra la legalidad y la libertad religiosa.
Pobladores de San Andrés Yaá, destruyeron el templo evangélico “Monte Sinaí” por instrucciones del Presidente Municipal, Macedonio Ramírez Ventura y del Síndico Ezequiel Alejo Lucas, quienes además encarcelaron al pastor Imeldo Amaya Gabriel y lo obligaron a firmar un documento en donde se comprometía a renunciar a su fe y a pagar una multa de 10 mil pesos.
Las autoridades locales encarcelaron junto con el pastor a otros dos cristianos: Inocencio Angelino Bonifacio y Noé Alonso Mariano, quienes fueron presionados hasta aceptar firmar un documento en donde se comprometieron a renunciar a su fe evangélica, por lo que “como premio” no les cobraron multa.
UNA EDIFICACIÓN LEGAL
El templo destruido fue levantado hace 4 años, contando la iglesia con el necesario permiso de la Secretaría de Gobernación (SGAR3222/2009) que da permiso para habilitar inmuebles que van a ser destinados al culto público. Sin embargo, basándose en los llamados “usos y costumbres” (normas internas de cada comunidad), en el pueblo se expulsa a quienes no practican la religión católica mayoritaria.
PERSECUCIÓN CON PASIVIDAD DE LAS AUTORIDADES
El pastor Imeldo Amya y su hermano Claudio fueron, además de retenidos, incomunicados por más de 24 horas y luego de ser puestos en libertad, se vieron obligados a huir de su propia tierra por la amenazas sobre sus cabezas de ser linchados en San Andrés Yaá.
Entrevistado tras todo lo ocurrido, el pastor Imeldo comentó que no es la primera vez que agreden a los cristianos en la zona, sin embargo, las autoridades no han puesto ningún interés en la solución de estos conflictos relacionados con la libertad religiosa. Como es lógico, ahora su mayor temor es por la vida de sus familiares que se quedaron en el pueblo, ya que también van a verse inmersos en las ondas expansivas de la violencia y la persecución que se ha desencadenado.
Junto con toda esta situación personal de los adultos, los evangélicos temen por los más de 10 niños que son miembros de familias evangélicas y que asisten con sus padres a la iglesia antes de ser destruida. Al rechazo por ser hijos de evangélicos temen que es muy probable que sean dados de baja por simple imperativo de las autoridades del pueblo en el próximo ciclo escolar. Todo por el hecho de “ser protestantea”.
DENUNCIAS PRESENTADAS
Los delitos de despojo, amenazas de muerte y privación ilegal de la libertad fueron denunciados ante la Procuraduría de Justicia Estatal en Oaxaca y en la Comisión Estatal del Derechos Humanos en esa Entidad, sin embargo funcionarios de la Secretaría de Gobierno se han limitado a una tibia llamada al diálogo “a ambas partes”, sin que hasta el momento haya ningún detenido por este asunto, que viene a sumarse a otros diez más similares que existen en Oaxaca por intolerancia y discriminación religiosa, que han quedado siempre impunes.
Oscar Moha, y un grupo de Asociaciones y Ministerios dedicados a defender a los evangélicos que sufren persecución, denunciarán los hechos ante instancias internacionales con el fin de que presionen a las autoridades mexicanas para que el Estado garantice la libertad religiosa en nuestro país.
Fuente: vozdelosMartires.org, ProtestanteDigital.com