La canciller alemana, Angela Merkel, urgió ayer a los estados de la zona euro a que cedan más poder a la UE a fin de avanzar hacia la unión política y fiscal europea. “Queremos mantener el euro, junto con el resto de los estados que lo tienen, pero eso requiere un cambio fundamental de nuestra política y más Europa”, afirmó Merkel en una entrevista concedida a la cadena de televisión ZDF . “Vamos a tener que ceder poderes a Bruselas. Por ejemplo, el derecho a intervenir si los países no se adhieren al pacto de estabilidad y crecimiento“, agregó.
Las palabras de la líder germana, directas al corazón de la soberanía de los países de la Unión Europea, llegan después de los avisos sobre una hipotética división en la eurozona sobre el futuro de la UE tras la grave crisis de la deuda soberana y la caída en picado de la economía italiana, que ha forzado un cambio de Gobierno.
El resultado sería una Europa de dos velocidades, con un núcleo duro ideado y encabezado por Francia y Alemania. Es el planteamiento que se filtró a la prensa la semana pasada. Teóricamente, sería una idea de Merkel y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy. Aunque la canciller se apresuró a desmentirlo en cuanto se publicó. Y también la Comisión Europea. Sin embargo, fuentes comunitarias dieron cuenta de las discusiones al respecto entre ambos países, en las que quedó clara una tesis: sólo permanecerán en el grupo de cabeza los países que cumplan a rajatabla con la disciplina fiscal, es decir, el recorte del déficit.
“Es hora de un avance hacia una nueva Europa”, dijo entonces Merkel, que ayer fue directa al grano: “Debemos recrear la moneda y la unión económica creadas por los fundadores del euro. Tenemos que perfeccionar esto, convertirlo en una unión fiscal y luego en una unión política. La crisis nos ha enseñado esto: se necesitará un gran esfuerzo”, advirtió antes de una conferencia de su partido.
“Paso a paso, queremos más Europa”, añadió la canciller. “Eso significa que la UE y la zona euro crecerán juntas, de lo contrario la gente no creerá que realmente queremos superar nuestros problemas”.
Aunque Merkel desmintió que haya un plan para crear una Europa a dos velocidades, Sarkozy hizo justo lo contrario al declarar que el único modelo de futuro es precisamente ese.
Tanto Alemania como Francia han planteado la necesidad de acometer reformas de gran calado, aunque ello implicase que uno o varios países con una débil situación financiera tengan que abandonar la moneda única, según señalaron fuentes comunitarias a Reuters hace unos días.
“Lo podrás seguir llamando zona del euro, pero habrá menos países […]. No podemos tener un país, un voto”, apuntaron la semana pasada fuentes del Gobierno alemán en alusión a las normas de funcionamiento de la UE para la toma de decisiones.
Integración económica
La principal decisión a la que se enfrenta el euro es la de dar un paso de gigante en la integración económica. “No tenemos una política financiera común”, declaró en una entrevista el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que propuso que los estados traspasen algunas de sus responsabilidades a las instituciones europeas para la elaboración del presupuesto y la política fiscal.
El debate sobre la transferencia de soberanía económica, latente desde hace meses, ha disparado las especulaciones, incluidas las que apuntan a qué países se quedarán fuera de la eurozona y cuáles no.
La idea de una Europa a dos velocidades, en todo caso, ha irrumpido durante la crisis política y económica en Italia, lo que motivó la intervención el pasado miércoles del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, quien advirtió del peligro de una división: “La idea de tener dos uniones en Europa significa desunión”, afirmó. “No puede haber paz y prosperidad en el norte o en el oeste si no hay paz y prosperidad en el sur o en el este”, zanjó.
Fuente: publico.es