Mario Monti, primer ministro de Italia, presentó recientemente el plan de ajustes que su Gobierno técnico llevará a cabo en los próximos meses. Entre los recortes se incluye una subida del IVA e impuestos especiales sobre inmuebles, estos últimos sin embargo no tocarán el inmenso patrimonio del Vaticano, lo que le hubiese costado a la Iglesia Católica unos 2,500 millones de euros.
La prensa ha recordado que en el Ejecutivo de urgencia designado este último mes hay tres personas consideradas “del Vaticano”, los ministros Lorenzo Ornaghi, Andrea Riccardi y Renato Balducci.
“No hemos valorado tasar los bienes inmuebles de la Iglesia (católica)”, reconoció Monti en una rueda de prensa con los corresponsales extranjeros. Y es que Italia no cuenta con un censo riguroso de las propiedades de la Iglesia Católica, aunque la ley establece que sólo las que se dedican “exclusivamente” al culto están exentas de impuestos.
El Partido Radical ha desarrollado durante años una campaña para acabar con los privilegios del clero y según sus cálculos, 30.000 de los 50.000 inmuebles con los cuenta aproximadamente, incumplen la norma, es decir, no pagan impuestos aunque deberían hacerlo.
En esa clasificación entrarían colegios, universidades, gimnasios, edificios y terrenos alquilados, que podrían engordar las cajas del Estado con 2.500 millones al año, según las cuentas del Partido Radical, aunque se quedarían en 700 millones según un cálculo más conservador de los ayuntamientos.
Si se eliminaran todas las exenciones de las que ahora goza en términos de IVA o IRPF, por ejemplo, la cuenta se iría hasta los 4.000 millones.
Fuente: protestanteDigital.com