De la preservación del Texto Recibido y del Texto Masorético

Muchos piensan que la controversia entre la crítica textual y los defensores del Texto Recibido y Masorético se dio únicamente en el siglo XIX, luego que exponentes críticos como Lachmann tambien conocido como “el padre de la crítica textual moderna”, Tischendorf y Tregelles pusieran en duda la veracidad histórica del texto griego-hebreo utilizado en las Biblias de la Reforma. El punto culminante de esta crítica textual, como sabemos, fue El Nuevo Testamento en el griego original de 1881 realizado por los ingleses Westcott y Hort a partir principalmente de los Códices Sinaítico y Vaticano (entre otros manuscritos secundarios de la familia alejandrina).

Pero el famoso teólogo puritano inglés, John Owen, ya tuvo que enfrentarse de forma temprana a esta controversia en el siglo XVII. Owen nació en 1616 y murió en 1683. Durante su vida produjo grandes obras de teología reformada acerca de la salvación y la vida de santidad del creyente tales como: “La mortificación del pecado“, “Vida por su muerte“, “La gloria de Cristo” etc. Lo que pocos saben es que Owen también escribió ampliamente sobre bibliología. Como catedrático de la universidad de Oxford (llegó a ser vice-rector en 1652) estaba familiarizado con las lenguas bíblicas y la transmisión del texto divino. Owen escribió un libro convencido en la creencia de la providencia de Dios en la preservación de las copias de los originales de la Biblia a través de los siglos; este libro se llamó: La Pureza e Integridad del Texto Hebreo y Griego de las Escrituras.

Owen, como otros puritanos, creía que Dios preservó copias autoritativas de los originales a través de la historia, y que estas fueron utilizadas por Su iglesia de manera constante, siendo copiadas una y otra vez para la difusión del mensaje de salvación. Pero la crítica textual asume una postura contraria a la providencia de Dios en la preservación del texto. Ellos creen que el texto bíblico fue corrompido a lo largo de la historia y que el cristianismo tuvo que manejarse con copias defectuosas o adulteradas a través del tiempo. Por eso el trabajo principal de la crítica textual es (como ellos suponen) reconstruir el texto más cercano al original. Si bien la finalidad parece noble (hallar la exactitud del texto original) los métodos empleados se basan en meras presuposiciones o teorías y en gran parte en ideas racionalistas.

Owen pone gran énfasis en su libro acerca de que Dios preservó las copias de su Palabra (provenientes de los originales) a través del tiempo de manera constante. Por supuesto esta copias no eran perfectas, pero la gran cantidad de manuscritos conservados a través del tiempo permitieron un “texto mayoritario“ en el cual la Palabra de Dios ha sido preservada.

Owen conocía las tempranas voces que se levantaban para desacreditar el texto bíblico de la Reforma (nos referimos al Texto Recibido griego y al Texto Masorético hebreo). Por eso escribió esta profusa obra acerca de la preservación del texto bíblico. Pero justo antes de terminar su obra aparece el apéndice de La Biblia Políglota de Londres (1654-1657) compilada por el obispo anglicano Chester Brian Walton (junto a un numeroso equipo de colaboradores ). Si bien Owen reconoce el esfuerzo académico en producir esta obra que recoge diferentes lecturas bíblicas de varios idiomas (en total nueve: hebreo, caldeo, samaritano, siríaco, árabe, persa, etíope, griego y latín) advierte en ella un intento por poner en duda la base textual de la Reforma. En lo que se refiere al texto griego, la Políglota de Londres incorpora en su 5to volúmen del Nuevo Testamento notas de comparación a pie de página con el Códice Alejandrino (A) y, en volúmenes posteriores, incorpora otras notas a partir de una colección de otros manuscritos minoritarios para mostrar sus diferencias con respecto al Textus Receptus. El intento era claro: ir hacia un abandono de base textual de la Reforma. Así que Owen se vio asediado en este aspecto por dos frentes, uno proveniente de la iglesia protestante que estaba siendo seducida por principios racionalistas de un temprano criticismo textual, y otro por la iglesia católico romana que siempre quizo desacreditar la “Biblia de los protestantes” para poner dudas sobre el movimiento de la Reforma.

Obra relacionada

También destacamos una obra que considera este libro particular de John Owen. Este libro es: “Traducciones al inglés de la Biblia: ¿Por qué un estándar?” escrito por William O. Einwechter, el cual habla de la siguiente manera:

El contexto más amplio para entender el libro de Owen es el intento de la Iglesia Romana por socavar (debilitar) y desacreditar la doctrina protestante de la Sola Scriptura, señalando las variantes existentes en los manuscritos griegos como prueba de que el Griego NT (el TR) era demasiado corrupto para ser considerado autoritativo. El propósito de los papistas era derribar toda fiabilidad en los escritos originales del Griego y Hebreo, de modo que ellos pudieran restablecer la autoridad de su iglesia y de la Vulgata Latina para así hacer descarrilar la Reforma; sus medios elegidos para llevar acabo este nefasto fin era la disciplina de la crítica textual. La respuesta de Owen hacia la Políglota de Walton, el Anglicanismo , el amargo adversario de los puritanos y el ataque Romano sobre la Sola Scriptura (un ataque que el labor de Walton apoya implícitamente), es muy relevante para el ataque a la autoridad de La Escritura que está implícito en los métodos y resultados de la práctica moderna de la Ilustración de la crítica textual.”

Fuente: http://sociedadbiblicatrinitaria.org/web/john-owen-acerca-del-texto-recibido-y-masoretico/

Descargar el libro de John Owen: http://historiayverdad.org/the-integrity-and-purity-of-the-hebrew-and-greek-text-of-the-scriptures-john-owen.pdf

De la preservación del Texto Recibido y del Texto Masorético