Java: más de 5.800 muertos

31 de mayo de 2006. El número de personas que perdió la vida tras el terremoto registrado en la isla indonesa de Java la mañana de este sábado, supera los 5.800.

Grandes cantidades de ayuda comenzaron a llegar a las áreas afectadas y, de acuerdo a un vocero de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se han logrado “enormes progresos”.

Pero muchos de los sobrevivientes tuvieron que pasar una nueva noche a la intemperie y sin ningún tipo de ayuda debido a que el congestionamiento de las vías dificulta el acceso a las áreas más remotas.

Cuatro hospitales internacionales se instalaron en la zona para ayudar a atender a los heridos. Los doctores aseguran que se mantienen atentos ante cualquier signo que evidencie alguna enfermedad ocasionada por agua contaminada o poca higiene.

China envió cinco toneladas de suministros médicos y al lugar también llegaron galenos y enfermeros tanto estadounidenses como japoneses.

Ayuda internacional

La corresponsal de la BBC en Yogyakarta, Barbara Plett, indicó que las prioridades seguían siendo agua potable y lugares que sirvieran de refugio para quienes perdieron sus hogares.

La llegada de insumos se ha facilitado tras la apertura del aeropuerto de Yogyakarta, el más cercano a la zona del desastre. Donaciones provenientes de al menos 22 países siguen arribando.

“La operación también ha mejorado por la experiencia de los voluntarios que trabajaron durante los días que siguieron al tsunami. Pero la distribución de los bienes sigue siendo complicada debido a problemas logísticos y de administración. Muchas de las víctimas se han quejado de que la ayuda no les ha llegado todavía”, afirmó Plett.

En las vías que están en los alrededores de Yogyakarta algunas personas le piden dinero a los conductores.

“En nuestra aldea hay muchas víctimas, las casas están todas destrozadas y no hemos recibido ninguna ayuda del gobierno. ¿Qué más podemos hacer?”, le dijo Jumadi, un de esas personas, a la agencia de noticias Reuters.

Trimoseh, otro hombre en las cercanías de Bantul, aseguró que no habían recibido ninguna ayuda. “Pero no estamos molestos, sino hambrientos. Esperaremos por comida”.

El reto

El coordinador de la ONU en Bantul señaló que el problema no era la escasez de recursos, sino la “red de distribución. El asunto es lograr que los bienes lleguen a quienes verdaderamente los necesitan”.

El Banco para el Desarrollo Asiático prometió US$60 millones en ayuda y préstamos para ayudar a quienes se vieron afectados por el sismo.

El gobierno de Indonesia se ha comprometido a entregar 12 kilos de arroz a cada familia y US$21 a cada sobreviviente como compensación.

El movimiento telúrico de 6,3 en la escala de Richter registrado en las cercanías de la ciudad de Yogyakarta dejó al menos a 200.000 personas sin hogar.

Fuente: BBCMundo.com

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