Esta noticia me recuerda el verso de Mateo 24:12, en donde el Señor Jesús indicó que, en el final de los tiempos se multiplicaría la maldad, de tal manera que el amor de los «muchos» se enfriaría.
Además, no podemos dejar por un lado el hecho de que tras estos datos, hay organizaciones que tienen el fin de promover «la paz», que seguramente no será duradera (1 Ts. 5:3).
El mundo se ha convertido en un lugar menos pacífico por segundo año consecutivo, de acuerdo con el cuarto Índice de Paz Global (GPI) dado a conocer hoy. En momentos en que la economía global sigue tambaleando, los datos de este año muestran una intensificación de los conflictos y una creciente inestabilidad vinculada con el revés que comenzó en el 2008, donde numerosos países presenciaron notorios incrementos en las tasas de homicidios, manifestaciones violentas y de temor a ser víctimas de delitos.
El aumento de la violencia está privando a la economía global de activos cuando éstos son más necesarios. Un 25 por ciento de reducción en la violencia global liberaría hasta US$1.800 billones anuales[1], suficiente para cancelar la deuda de Grecia, financiar el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG) y cumplir los objetivos 20-20-20 de la UE en el ámbito del clima y la energía.
El GPI, el único estudio que cuantifica la paz mundial, es elaborado por el Institute for Economics and Peace (IEP). Este año, lo amplió para clasificar a 149 estados independientes. Compuesto de 23 indicadores cualitativos y cuantitativos, combina factores internos y externos que van desde gasto militar a relaciones con países vecinos y niveles de delitos violentos.
“La investigación realizada por el IEP basada en 4 años de datos del GPI brinda una demostración cuantificable de que mejorar la paz puede transformar la economía global y liberar la riqueza necesaria para controlar la deuda, financiar la expansión económica y crear un medioambiente más sostenible”, declaró Steve Killelea, fundador del GPI.
Comentando acerca de los resultados, el profesor Jeff Sachs[2], Director del Earth Institute en la Universidad de Columbia, indicó: “El GPI sigue haciendo su trabajo pionero de llamar la atención del mundo sobre los recursos masivos que se están dilapidando en violencia y conflictos. Las vidas y el dinero malgastado en guerras, encarcelamientos, sistemas armamentistas, comercio de armamentos y más, se podría destinar a poner fin a la pobreza, a promover la educación y a proteger el medioambiente. El GPI no sólo redirige la atención a estos temas cruciales, sino que nos ayuda a entenderlos y a invertir de manera productiva en un mundo más pacífico”.
Pese a la baja en actividad económica global, el Medio Oriente y en Norte de África junto con el África Subsahariana han logrado las mayores ganancias desde que comenzó la investigación en el 2007. Los motivos del mejoramiento son diversos, pero incluyen más estabilidad política y una baja en el gasto militar en el Medio Oriente y el Norte de África, además del menor acceso a armas, un descenso en los conflictos y las mejores relaciones con países vecinos en el África Subsahariana.
Por otro lado, el Sur de Asia registró el mayor descenso de la paz, como consecuencia de una mayor participación en conflictos, un aumento en las muertes por conflictos internos y el abuso de los derechos humanos. Los principales países que registraron menos paz fueron India, Sri Lanka y Pakistán. Año con año, América Latina muestra la más notable baja en el nivel de paz a causa de más violencia interna, homicidios y mayores niveles de criminalidad percibida.
Georg Kell, director ejecutivo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, señaló: “La presente investigación señala claramente la sólida relación positiva entre paz y factores críticos para el éxito de las operaciones de negocios, que incluyen tamaño del mercado, estructuras de costos y beneficios. Los líderes de negocios harían bien en considerar esta investigación al momento de crear sus planes estratégicos y operacionales y al tomar decisiones de inversión”.
Europa Occidental sigue siendo la región más pacífica, donde la mayoría de los países se clasifican entre los 20 primeros. Las cinco naciones escandinavas se clasifican entre los diez primeros; sin embargo, Dinamarca bajó cinco puestos al 7mo debido a la baja en el respeto por los derechos humanos y el involucramiento continuado en Afganistán.
El GPI fue fundado por Killelea, un empresario internacional en el ámbito de la tecnología y filántropo de origen australiano. El índice forma parte del Institute for Economics and Peace, un centro de estudios global dedicado a la investigación y educación sobre la relación entre economía, negocios y paz. Un foro internacional de expertos en el estudio de la paz asesora en la identificación y evaluación de los indicadores que componen el GPI, que es compilado por la Economist Intelligence Unit.
Para más información, visite http://www.visionofhumanity.org
[1] Según la investigación de IEP/Economists for Peace & Security presentada en el Documento de Debate del GPI2010
[2] El profesor Sachs también es un Asesor Especial del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon; Profesor de Quetelet de Desarrollo Sostenible, y Profesor de Administración y Política de Salud de Columbia, Presidente y Cofundador de Millennium Promise Alliance, una organización sin fines de lucro que busca poner fin a la pobreza en el mundo, y es autor de cientos de artículos académicos y numerosos libros, incluidos Riqueza común (Penguin, 2008) y El fin de la pobreza (Penguin, 2005), catalogados de superventas por el New York Times.Fuente: PRNewswire