Iglesia Católica defiende la persecución contra Evangélicos

El portavoz de la Arquidiócesis de Oaxaca defendió a los indígenas católicos de Ixtlán y a las autoridades locales, que agredieron a un grupo de 70 evangélicos por no profesar la religión mayoritaria, calificándolos de “sectas” que pretenden dividir a los pueblos.

La intolerancia religiosa sigue generando episodios de discriminación y agresiones a los evangélicos en algunas regiones de México. Los abusos no han cesado en los últimos meses, mientras la Iglesia católica intenta ocultarlos o justificarlos.

Tras el último episodio de violencia, el portavoz de la Arquidiócesis de Oaxaca, José Guadalupe Barragán Oliva, defendió a los indígenas católicos de la comunidad de La Palma, municipio de Ixtlán (Oaxaca) y a las autoridades locales, que agredieron a un grupo de 70 evangélicos por no profesar la religión mayoritaria, calificando a los indígenas protestantes de “sectas”.

La periodista Sofía Valdivia, del diario ADN Sureste, entrevistó al portavoz de la Arquidiócesis, quien señaló que es “legítima la actitud de los católicos”, ya que “las sectas sólo se dedican a dividir a las comunidades”, así que los evangélicos “primero se meten y luego salen llorando…”.

RELIGIÓN Y POLÍTICA
El sacerdote Barragán Oliva acusó a los evangélicos buscan es “dividir a las comunidades en nombre de Cristo”. Por ello, considera que la respuesta de los católicos “no es intolerancia religiosa, sino es una defensa a un valor suyo que es la dignidad, y sus costumbres”. Además acusó a los evangélicos de moverse “no por una cuestión religiosa, sino por cuestión política”.

Hace algunos meses, pobladores de La Palma incendiaron el templo cristiano evangélico, quemaron el mobiliario y algunas biblias, al tiempo que prohibieron la entrada o salida de 70 miembros de la congregación cristiana “Más que Vencedores” y amenazaron con lincharlos.

EL GOBIERNO MINIMIZA LOS HECHOS
Mario Alberto Guzmán Castrezana, Secretario General de Gobierno en Oaxaca, acompañó personalmente a los evangélicos para constatar los hechos e iniciar una mesa de diálogo en La Palma.

El funcionario declaró al reportero Misael Sánchez, del diario El Tiempo, que efectivamente en la entidad hay 13 casos de intolerancia y persecución religiosa pero aclaró que no se tienen catalogados como “focos rojos”. También declaró que era inexacta la denuncia en el sentido de que los cristianos estuvieran secuestrados o privados de su libertad de tránsito, negando así lo que afirmaba el pastor local Abraham Velazco Martínez.

“Los cristianos dicen que fueron excluidos de las listas de habitantes de la comunidad, mientras los lugareños y sus autoridades refieren que fueron ellos mismos los que solicitaron ser dados de baja”, dijo Guzmán Castrezana al periodista oaxaqueño.

Ante este panorama, es de temer que las denuncias presentadas en Oaxaca por delitos como despojo, daños en propiedad federal, amenazas de muerte, privación ilegal de la libertad, entre otros, queden en la impunidad, como ha sucedido en la mayoría de los casos que hasta ahora se han presentado ante instancias judiciales en Estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán donde los casos de persecución religiosa se han vuelto más frecuentes.

Fuente: ProtestanteDigital.com

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