Leer es uno de los mejores ejercicios para el cerebro

La lectura es uno de los mejores ejercicios para mantener el cerebro en forma: Aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía, favorece las conexiones entre neuronas y, si es un hábito frecuente, es un ejercicio útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas asociadas a la edad. “Un cerebro activo no sólo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta. Mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas. La lectura también genera temas de conversación, lo que facilita la interacción y las relaciones sociales, otro aspecto clave para mantener nuestro cerebro ejercitado”, recuerdan desde la Sociedad Española de Neurología, con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro. Con la lectura aumenta la actividad cerebral principalmente en el hemisferio izquierdo. Pero son muchas más las áreas implicadas: el reconocimiento de una palabra escrita supone identificar las letras, procesarlas en sílabas y luego traducirlas a sonidos. Todo comienza cuando nuestra retina reconoce unos signos que llamamos letras y los une en una palabra. A partir de ahí, se produce una cascada de activación cerebral que implica áreas muy diversas: la primera es la corteza visual, ubicada en el lóbulo occipital. Después la información pasa a la corteza de asociación visual, que nos permite identificar las letras encadenadas. A partir de aquí se abren dos nuevas rutas, una que permite a nuestro cerebro traducir las palabras a sonidos y otra que decodifica el significado de cada palabra. El área de Broca, situada en el hemisferio izquierdo, además de estar implicada en la producción del habla, el procesamiento del lenguaje y la comprensión, está también implicada en el análisis de las oraciones complejas. De ahí que uno de los beneficios de la lectura sea también el de facilitar la comprensión de oraciones y frases. Y todo esto, cualquiera que sea el género elegido. Los expertos asegura que las narraciones, sean o no de ficción, nos ayudan también a mejorar las habilidades sociales y la empatía, precisamente porque nos permiten sumergirnos en las vivencias de los personajes y en las interacciones que establecen entre ellos. Reserva cognitiva Además, n los últimos años, han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. “Desde el punto de vista de la neurología, el concepto de reserva cognitiva ha cobrado una gran importancia, no solo porque se ha visto que existe una relación directa entre la misma y el buen funcionamiento cognitivo y ejecutivo de nuestro cerebro cuando envejecemos, sino porque se ha demostrado que es un factor protector ante los síntomas clínicos de las enfermedades neurodegenerativas”, mantiene el doctor Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN. “Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías”. Aunque la lectura es buena a cualquier edad, niños y personas mayores son los dos grupos poblacionales en los que se debe insistir más en el fomento de la lectura. En los niños, porque es el mejor momento para inculcarles este hábito y, además, su cerebro y sus funcionalidades están todavía desarrollándose. En los mayores, para que puedan seguir manteniendo su cerebro activo a pesar de que su actividad sea más reducida, la lectura diaria es un estímulo más para su cerebro. “Algo que se detecta es que hay muchas personas que, aunque tienen el hábito de la lectura, al hacerse mayores dejan de hacerlo, principalmente por perder capacidad visual, lo que les dificulta mucho realizar estas actividades. En esos casos, animamos a estas personas a participar en grupos de lectura o a utilizar otro tipo de soportes”, señala el Dr. Guillermo García-Ribas. Leer, sobre todo relatos de ficción, puede ayudar a reducir el nivel de estrés, que es origen o factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Además, leer un poco antes de irnos a dormir, puede ayudar a desarrollar buenas rutinas de higiene de sueño, sobre todo si acostumbramos a nuestro cerebro a relacionar esta actividad con la hora de dormir, apuntan desde la SEN. Afortunadamente, a pesar de los complejos procesos cerebrales que tienen lugar, para disfrutar del placer y beneficios de la lectura, no es necesario más que sumergirse en las páginas -en papel o electrónicas- de un buen libro. Fuente: ABC.es

Leer es uno de los mejores ejercicios para el cerebro

Los niños que dedican más horas a la tele y a la computadora que a jugar

Una noticia muy interesante, debe ser una realidad generalizada alrededor del mundo: El último Estudio sobre Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad (Aladino) arroja datos preocupantes relacionados con la relación entre el sedentarismo y la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los niños de 6 a 9 años, quienes pasan una media de seis horas de los fines de semana a ver la televisión, jugar con videojuegos o utilizar el ordenador, frente a las escasas cuatro horas que dedican a jugar. Así lo ha desvelado la vocal asesora de la Estrategia NAOS de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición, dependiente del Ministerio de Sanidad, Teresa Robledo, durante la presentación de los nuevos materiales educativos y guías pertenecientes al programa «Vivir en Salud» de la Fundación Mapfre. Asimismo, ha recordado que la última Encuesta Nacional de Salud revela que el exceso de peso afecta al 54 por ciento de los adultos, y al 27,8 por ciento de los menores de 2 y 17 años, situándose el porcentaje de personas sedentarias en el 42 por ciento. Los materiales incluyen un conjunto de cuentos, cómics y canciones de carácter gratuito dirigidos a niños, de entre 5 y 13 años, que aportan conocimientos y consejos prácticos, en español e inglés, sobre los hábitos alimentarios más saludables en cada momento de la vida. También ofrece a los educadores guías de actividades y otros recursos educativos para aprender a incorporar hábitos sanos como realizar cinco comidas y beber de 8 a 10 vasos de agua al día, realizar actividad física de manera regular, al menos una hora diaria, y corregir malos hábitos relacionados con el sueño, la manera en que se carga con la mochila y la limpieza de manos y dientes. También facilita a las familias la guía «Vivir en salud, claves para estar bien», que incluye, entre otras recomendaciones, que animen a sus hijos a practicar ejercicio físico, conozcan el menú escolar, no abusen de la comida rápida y tengan presente que el desayuno debe suponer entre el 20 y el 25% de las calorías ingeridas a lo largo del día. «La familia desempeña un papel fundamental en la adopción de hábitos saludables, ya que son nuestros padres los que nos van transmitiendo desde la infancia cómo alimentarnos y cuidar de la salud», ha subrayado Antonio Guzmán, director general del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de Fundación Mapfre. ABC.es

Los niños que dedican más horas a la tele y a la computadora que a jugar

De la nomofobia

Algunos la llaman la "enfermedad del s.XXI" y expertos en adicciones afirman que el número de casos aumenta cada año. Hablamos de la nomofobia, el miedo irracional que sienten algunos cuando algo les impide interaccionar con su celular. Esta semana, un estudio británico reveló que en Reino Unido ya la sufre el 66% de la población, lo que supone un aumento respecto al 53% que se observó en el último sondeo realizado hace cuatro años. <h2>¿Qué es?</h2> La nomofobia se identificó por primera vez en 2008 y sus nombre proviene del término inglés "<em>no-mobile phobia</em>" (fobia a estar sin móvil). Los expertos señalan que estas personas experimentan una gran ansiedad cuando se dan las siguientes situaciones: pérdida de celular, batería o crédito agotado y falta de señal. El primer estudio que dio la voz de alarma sobre este fenómeno lo llevó a cabo el gobierno británico en 2008, con el fin de investigar las ansiedades que sufren los usuarios de celulares. <h2>Incidencia</h2> Entonces se observó que un 56% de hombres y un 48% de mujeres sufrían esta fobia y que un 9% se sentían "estresados" cuando su aparato se apagaba. Cuatro años después, el nuevo estudio elaborado por la empresa de dispositivos de seguridad para celulares SecurEnvoy, revela que la cifra de afectados aumentó en el país. Tras encuestar a unas 1.000 personas, se constató que el 77% de los individuos con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años sufrían nomofobia, mientras que en la franja de edad que va de los 25 a los 34 años, la incidencia fue del 68%. Es más, el sondeo descubrió que un 41% de los encuestados cargaban con ellos dos celulares para así nunca quedarse "desconectados". A diferencia del anterior estudio, en este caso se vio una mayor incidencia en mujeres (70%) que en hombres (61%). <h2>"No es una enfermedad"</h2> "Todavía no se puede considerar una enfermedad. La nomofobia es más bien un síntoma de la adicción al móvil", señaló a BBC Mundo Francisca López Torrecillas, experta en adicciones de la Universidad de Granada quien actualmente trabaja en un estudio sobre nomofobia entre universitarios españoles. Según detalló, los principales síntomas de una persona nomofóbica son el miedo a no disponer del celular. El nomofóbico no puede imaginar salir a la calle sin él y además invierte un mínimo de cuatro horas diarias consultándolo por motivos ajenos al trabajo. El nomofóbico, apunta Torrecillas, "suele tener baja autoestima, ser introvertido, no tiene habilidades de afrontamiento. En su tiempo libre sólo usa el móvil, algo que va unido a no tener otras actividades de ocio". <h2><span style="letter-spacing: 0.05em; line-height: 1;">Adicción a la tecnología</span></h2> La nomofobia ha sido vinculada con la adicción a la tecnología y, en lo que a celulares respecta, a la necesidad que sienten muchos de revisar constantemente cada mensaje, alerta o sonido que genera el celular. A principios de este año un equipo de investigadores de la Universidad de Worcester en Reino Unido, determinó que esta ansiedad permanente, resultado de estar siempre conectados, eleva considerablemente los niveles de estrés de los usuarios. Paradójicamente, el estrés era mayor cuando el celular se usaba más para fines personales que laborales. El estudio también hizo énfasis en el papel de los celulares inteligentes a la hora de incrementar nuestra necesidad de sentirnos conectados. "Mientras más los usamos más dependientes nos volvemos y en realidad aumentamos el estrés en lugar de aliviarlo", dijeron los investigadores. De hecho, finalizaron en su reporte, algunos sienten una necesidad tan extrema de estar en contacto que llegan a notar "vibraciones del teléfono que no existen".

De la nomofobia

De los jóvenes y el riesgo de la adicción a Internet

<p id="story-texto">Si <strong>deja de ver a los amigos,</strong> o de mostrar interés por actividades que antes le encantaban, si ya no quiere hablar con el resto de la familia, o está más irascible que de costumbre, o ya no quiere cenar todas las noches, o <strong>duerme mal </strong>o <strong>descuida su higiene</strong>… Si su hijo comienza a presentar estos síntomas, debe preocuparse pues puede estar desarrollando una conducta adictiva a internet. <strong>Le ocurre a más de 350,000 (21,3%) chicos españoles de entre 14 y 17 años</strong>. Son los adolescentes europeos que tienen mayor riesgo de obsesionarse por usar la Red y sufrir sus consecuencias: desde <strong>depresión,</strong> estados de<strong>ansiedad,</strong> hasta incapacidad para mantener relaciones con sus iguales o, incluso, esta adicción puede desembocar en<strong> conductas agresivas. </strong>Llegadas estas situaciones el menor ya es adicto a internet, y le ocurre a 1,5% chavales de nuestro país.</p> <p id="U1503971234688eWH">Esta es la principal conclusión de un estudio que ha presentado la asociación Protégeles y que ha sido elaborado por distintas universidades de países europeos. La investigación también ha revelado que los adolescentes españoles son los que más usan de forma abusiva las redes sociales, en concreto casi <strong>el 40% se conecta a ellas a diario y durante más de dos horas,</strong> una práctica que les pone en riesgo de caer en la adicción a la Red.</p> <p id="U15039712346887jG">Según el presidente de Protégeles, Guillermo Cánovas, «la mayoría de los chicos podrá superar por sí mismos esa primera etapa en la que se muestran señales preocupantes de adicción a internet pero aún no son adictos». Los que terminan desarrollando la adicción necesitarán ayuda profesional, aparte de la de la familia. En cualquier caso, Cánovas da dos consejos básicos a la hora de que los chicos usen esta herramienta: que los padres regulen el tiempo que están en internet y que sigan promoviendo otras alternativas de ocio (relaciones con amigos, deportes, salidas…).</p>

De los jóvenes y el riesgo de la adicción a Internet

De los Nativos Digitales e Inmigrantes Digitales

Se denomina nativo digital u homo sapiens digital a todos aquellos nacidos durante o con posterioridad a las décadas de los 80 y los 90 del siglo XX, es decir, cuando ya existía la tecnología digital. Por contra, también ha sido acuñado el término inmigrante digital, haciendo referencia a todo aquel nacido antes de los años 80 y que ha experimentado todo el proceso de cambio de la tecnología.[1] La tecnología digital comenzó a desarrollarse con fuerza en 1978, por lo tanto, se considera que los que nacieron después de 1979 y tuvieron a su alcance (en el hogar y/o en establecimientos de estudio y de recreación) computadoras y celulares, pueden considerarse nativos digitales, y un ejemplo de esto son los niños y los jóvenes que toman un celular o un ipad o un computador, y lo saben controlar bastante bien. Este término fue acuñado por Marc Prensky[2], autor del libro "Enseñanza nativos digitales". Marc Prensky es conocido por ser el inventor y divulgador de los términos nativos digitales e inmigrantes digitales, los que aparecieron por primera vez en su libro Inmigrantes Digitales[3] dado a difusión en el año 2001. El uso de la palabra nativo surge a partir de que estos podrían ser considerados como habitantes de otro país, ya que entre otras cosas pareciera que han forjado su propio idioma. A fines del 2001, Lorenzo Vilches[4] reflexionó sobre los cambios sociales que experimentaban los usuarios en el campo de la televisión, debido al proceso de migración digital, lo que también suponía el desplazamiento hacia un mundo altamente tecnificado, con una nueva economía creada por las tecnologías del conocimiento, y donde el cambio fundamental es el manejo de la información. En este contexto, Vilches destacaba que en la migración digital el mundo no se divide entre ricos y pobres, sino entre los que están informados y aquellos que han quedado fuera de estas tecnologías. Para Vilches, la aparición de las nuevas tecnologías, junto con la internacionalización de los mercados, ha provocado una serie de migraciones que afectan a distintos ámbitos: (A) al imaginario tecnológico, ya que la convergencia aflora nuevos y antiguos mitos en las narraciones y contenidos de los medios; (B) al lenguaje y al mercado cultural, donde se promueve el debate sobre la cultura de los nuevos medios y su dependencia de las exigencias comerciales; (C) a las nuevas formas narrativas; (D) a las conductas de los usuarios, que gracias a la interactividad se convierten en manipuladores de contenidos; y, (E) por último, a la forma de conocer, archivar, y encontrar las imágenes que produce la sociedad.[5] Las tecnologías digitales en todas sus dimensiones, pero fundamentalmente en su dimensión lingüística, con conversaciones en las que se gestan nuevos mundos de innovación (Flores, 1988) generan ellas nuevos desafíos, y/o inventan nuevos formatos, y obligan a rediseñar los procesos educativos. <strong>Nativos digitales e inmigrantes digitales</strong> Prensky describe a los nativos digitales como las personas que, rodeadas desde temprana edad por las nuevas tecnologías (por ejemplo: computadoras, videojuegos, cámaras de video, celulares) y los nuevos medios de comunicación que consumen masivamente, desarrollan otra manera de pensar y de entender el mundo. Por oposición, define al inmigrante digital como la persona nacida y educada antes del auge de las nuevas tecnologías.[6] <strong>Nativos digitales vs. inmigrantes digitales</strong> Los nativos digitales aman la velocidad cuando de lidiar con la información se trata. Les encanta hacer varias cosas al mismo tiempo. Todos ellos son multitarea y en muchos casos multimedia. Prefieren el universo gráfico al textual. Eligen el acceso aleatorio e hipertextual a la información en vez del lineal propio de la secuencialidad, el libro, y la era analógica. Los inmigrantes digitales no ven la TV, no valoran la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo propia de los milenaristas, detestan los videojuegos, tienen problemas de todo tipo para fundirse en interfaz con la computadora, o para sacarle el jugo a sus múltiples funcionalidades sin pedirles antes permiso a un dedo para usar el otro. Sin que los docentes las escuchen, las protestas de los chicos son cada vez más explícitas y concretas. Muchos docentes insisten en que los chicos tienen que desacelerarse cuando están en clase. No es que los nativos digitales no prestan atención, directamente no se interesan por ese entorno que les adviene como un túnel del tiempo. La disyunción es clara: o los inmigrantes digitales aprenden a enseñar distinto, o los nativos digitales deberán retrotraer sus capacidades cognitivas e intelectuales a las que predominaban dos décadas o más atrás.[7] <strong>Desafíos pedagógicos</strong> Marc Prensky se preguntaba «¿Cómo deberíamos llamar a estos "nuevos" estudiantes de hoy? Algunos se refieren a ellos como la Generación-N [por Net] o Generación-D [por Digital], pero la designación más útil para ellos muy posiblemente es Nativos Digitales. Nuestros estudiantes de hoy son todos "hablantes nativos" del lenguaje digital de los ordenadores, los videojuegos, e Internet.»[8] Este autor enfrenta al nativo digital (alumno tecno-competente) y el inmigrante digital (la escuela tradicional) para mostrar que la simple reproducción de los métodos que funcionaron en el pasado está condenada al fracaso, y provocará sólo el desinterés. Sugiere apoyarse particularmente sobre el potencial que entrevé en el uso de los videojuegos en contexto de aprendizaje. Pone de relieve su capacidad de motivar al joven, y hacerlo activo aprovechando un modo de aprendizaje que refuerza la autonomía y el pensamiento reflexivo. Más generalmente, subraya la necesidad para la institución escolar de abrirse a formas de aprendizaje informal, y propone reformar la pedagogía vigente en las escuelas desarrollando un entorno de aprendizaje más motivador y acorde con las capacidades de esta nueva generación. También plantea repensar la currícula conservando solamente lo que es útil, y asociar al futuro las temáticas y conocimientos.[6] <strong>No vemos que no vemos</strong> Si Heinz von Foerster[9] tiene razón cuando insiste en que el pecado original de toda epistemología es que no vemos que no vemos, en el caso escolar la cosa se agrava infinitamente, y la principal responsabilidad es no ver que los estudiantes de hoy están cambiando en forma radical, desde su axiología hasta su epistemología, y no son los sujetos para los cuales el sistema educativo fue diseñado durante siglos, y que querría tenerlos como población nativa. Los chicos que hoy tienen entre 5 y 15 años, y son la primera generación mundial que ha crecido inmersa en estas nuevas tecnologías. Han pasado toda su vida rodeados de computadoras, videojuegos, teléfonos celulares, y el resto de los gadgets digitales, pero especialmente respirando la atmósfera Internet (Manuel Castells 2001; Prensky, 2006; Gee, 2003,2007). Nuestros estudiantes actuales, ya sea que tengan 6 años o 20 (preferentemente la franja de los 5 a los 15 años), son hablantes nativos del lenguaje de la televisión interactiva, las computadoras, los videojuegos, e Internet. Y nosotros, por más tecnofílicos que seamos, nunca sobrepasaremos la categoría de inmigrantes digitales, o de hablantes más o menos competentes en esa segunda lengua. Que para nosotros –inmigrantes-, lo digital es una segunda lengua, se nota en todo lo que hacemos. Es un acento que matiza todas nuestras actividades y que se refleja fundamentalmente en nuestra vida académica y profesional. Ingresamos a Internet cuando no encontramos un libro que previamente da cuenta del problema que nos interesa. Antes de usar un aparato leemos el manual. Antes de ejecutar un programa necesitamos saber qué tecla apretar, etc. Una de las diferencias que más nos caracterizan es el tiempo: los nativos están muy acostumbrados a recibir y procesar la información mucho más rápido que los inmigrantes. Acostumbran realizar multi-tareas. En cambio, los inmigrantes digitales si bien en algunos casos logran reconocer a esto como una habilidad especial, en otros casos suelen dudar que los niños puedan aprender mientras ven televisión, escuchan música, y están conectados. Es importante reconocer que la mayoría de los docentes seguimos considerando a nuestras infancias actuales como los estudiantes que fuimos en otras épocas, creyendo además que los métodos de enseñanza que resultaron favorables en ese momento puedan tener el mismo resultado con estos nativos digitales. Es por ello que a menudo los docentes (inmigrantes digitales) hacemos de la educación algo no demasiado atractivo, en comparación con todo lo demás que experimentan en su vida cotidiana estos niños que utilizan con gran fluidez el lenguaje digital. <strong>Otra mirada sobre los nativos digitales</strong> Genis Roca[10] refiriéndose a este tema, aporta que tomar como criterio la edad para diferenciar a los nativos de los inmigrantes no es un elemento muy acertado, ya que en realidad no es el elemento fundamental para determinar las prácticas digitales que desarrolla una persona. Y propone otra forma de categorizar a quienes manejan las nuevas tecnologías, no en función de un franja etaria sino a partir del tiempo y uso de éstas. Y cree también importante el hecho de que esta experiencia digital se relacione con la resolución de problemas o el logro de objetivos. De esta manera, dice Roca, podemos encontrar gente joven que tiene acceso a las tecnologías digitales pero que no entraría en esta categoría, ya que no cumple con las cualidades antes mencionadas. Y en cambio, hay otros adultos, que por cierto se encuentran inmersos en las actividades tecnológicas alejándose de la categoría de "inmigrante digital". Es así que lo que los define y marca la diferencia no es la fecha de nacimiento, sino una actitud y el nivel de uso de lo digital para la resolución de problemas. Desde otro punto de vista, también podemos decir que la generación de los nativos digitales no es homogénea, si bien estos conocen y hacen uso de la tecnología, no todos presentan el mismo nivel de conocimiento y habilidades tecnológicas. Las diferencias dentro de la generación digital son tan importantes como las diferencias entre generaciones. Por otro lado Henry Jenkins[11] afirma que las nuevas culturas de participación han sido construidas por jovenes y adultos trabajando juntos. Habla de una cultura participativa a través de los blog y redes sociales, donde estos interactúan cotidianamente sin tener en cuenta las edades. Refiriéndonos a educación, los docentes se sienten abrumados con tantas herramientas tecnológicas, pero lo que más les pesa es el falso discurso de "la brecha generacional", que los pone del lado de los inmigrantes con pocas habilidades para lo tecnológico. También es evidente que los jóvenes utilizan muy bien la tecnología para pasar el tiempo en las redes sociales, así como para los juegos en línea, pero no conocen la forma de utilizar sus habilidades tecnológicas en la escuela. Edith Litwin plantea que las tecnologías bien utilizadas por el docente permiten atraer la atención de los alumnos, ya que éstos están inmersos en un mundo de imágenes. La tecnología ayuda a expandir la comprensión, le da al maestro la posibilidad de trabajar temas difíciles de explicar, y puede utilizar diferentes tipos de medios para trabajar hechos y conceptos sin tener que estereotipar las herramientas. Ahora bien, lejos de encasillarse bajo el título de "Inmigrante Digital" el docente debe capacitarse y ser consciente del uso que le dará al abanico de herramientas que le brinda la nueva Era Digital. <strong>Referencias</strong> [1] Teresa Ferrer-Mico. Nativos Digitales Journal of Feelsynapsis (JoF). ISSN: 2254-3651. 2012 (2): 52-56 [2] Marc Prensky [3] "On the Horizon" [4] Lorenzo Vilches [5] Alejandro Piscitelli. «Inmigrantes Digitales vs. Nativos Digitales». Consultado el 10/11/2012. [6] a b EduTech Wiki fr. «Natifs numériques». Consultado el 10 de noviembre de 2012. [7] Alejandro Piscitelli, Nativos Digitales. Dieta Cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación. [8] Traducción de Julia Molano, del texto de Marc Prensky. «Nativos digitales, Inmigrantes digitales». Consultado el 10/11/2012. [9] Heinz von Foerster (1976) [10] Genis Roca [11] Henry Jenkins

De los Nativos Digitales e Inmigrantes Digitales

La Generación Z

Se denomina Generación Z a la generación internacional nacida entre 1996 y el primer lustro de la década del 2000. Son jóvenes aplicados a las nuevas tecnologías y motivados por un aire de los años 1980. Se mueven por diversos estilos, siendo el rap, el pop, el heavy metal y el pop punk, los más seguidos. Es una generación consumista y pesimista, desconfia del gobierno e impulsiva. Generalmente son los hijos de la generación más joven de los Baby Boomers y de la Generación X. Los padres de esta generación en líneas generales nacieron entre 1960 y 1980. Se los considera tecnológicamente muy conectados, habiendo tenido uso desde muy pequeños con tecnologías como DVD, Internet, mensajes instantáneos o SMS, comunicación por teléfono celular, reproductores de MP3, y el famoso YouTube, como consecuencia se denomina a los integrantes de esta generación como "nativos digitales". Debido a que es una generación que surgió recientemente y es todavía muy joven, se considera que la misma se encuentra en formación. <strong>Características generales</strong> Según ciertas investigaciones, esta generación puede ser un conjunto activo de los consumidores que sin mas preámbulo dedican su tiempo a gastar los recursos de su alrededor. Haber nacido en la época de auge del mercado de consumo se traduce a un acceso directo a casi todas las diferentes tecnologías. Tienen acceso a casi todo, como instrumentos de comunicación, Internet, mensajes instantáneos o SMS, comunicación por teléfono celular, reproductores de MP3, y el famoso YouTube y ademas de tener una adiccion a la pagina reciente Facebook y todos los aparatos actuales. Son los niños del mundo moderno y también se llaman la generación digital y generación NET. Ya que son líderes mucho más estructurados que otras generaciones anteriores, pueden ser adultos responsables y con alto valor social. Esta generación ha adoptado la tecnología a primera instancia lo que ha generado una dependencia en gran medida de ella. Son más inclinados al mundo virtual y son menos propensos a tomar medidas extremas como el terrorismo. Si la generación Z es moldeada adecuadamente, pueden lograr mucho más que sus generaciones anteriores utilizando los medios digitales. Sin embargo, por otra parte se habla de una escasez de habilidades interpersonales así como también de la no valoracion a la importancia de los valores de la familia. Son muy individualistas en su carácter y creen en su propia persona. Además no creen vivir de acuerdo a las normas sociales. Su sociedad existe en Internet donde se abre su mente y expresan sus propias opiniones. La Generación Z tiende a ser mal oyente debido a que tienen menos en cuenta lo que otros tienen que decir y que no se presta atención a los demás. Esto puede ir en su contra a la hora de consolidar sus propias familias. La educación y el trabajo desempeña un papel poco importante en sus vidas ya que no ven la educación como un medio de supervivencia. Para ellos prevalece la inteligencia y el conocimiento sobre la tecnología. El hecho de haber nacido después del auge digital de los años 1980 y 1990 hace que se adapten de manera extraordinaria a futuras tecnologías como ninguna otra generación. <strong>Cualidades</strong> La Generación Z son las personas que nacieron después de 1995 y para entonces la tecnología era gobernante del mundo por lo que la mayoría esta acostumbrada a las interacciones sociales mediante medios virtuales y están menos acostumbrados a las interacciones sociales reales, las cuales en la práctica representan un desafío para muchos. A la generación Z también se le llama la generación silenciosa, iGen y generación net. Son muy impacientes dado que ellos desean resultados inmediatos. Internet siempre estuvo ahí para ellos y eso simplemente lo dan por hecho. Ellos no consideran que sea el mayor instrumento para la humanidad. Sus medios de comunicación utilizados principalmente son redes sociales y se relacionan a través de comunidades en línea como Orkut, Google+, Flickr, Twiter, Tuenti y Facebook. En lo personal, ellos no creen en el cumplimiento de sus amigos y relaciones en desarrollo, no obstante son capaces de hacer grandes comunidades y enormes colaboraciones por medio de Internet sin conocer a nadie personalmente. No se desarrollan de manera correcta en materia de hablar en público dado que sus modos de comunicación son principalmente a distancia y la privacidad es un tema controvertido para ellos. 1 Verdaderamente es una generación post-modernista, en la que han crecido en un mundo con una igualdad sexual relativa, tanto en casa como en el trabajo.2 Sus vidas se basan en completas actividades estructuradas, debido a esto un grupo de investigadores sociales piensan que los miembros de la Generación Z tendrán una fuerte conciencia sobre la ética laboral y social, así como también más individualista y antisocial que las anteriores generaciones. Es la tercera y última de las generaciones después de la Generación Y (1982-1995), y no es representada por ningún sistema político. <strong>Brecha Generacional GenY – GenZ</strong> Según investigaciones esta generación esta menos orientada que la generación Y, no obstante, tienen fuertes opiniones y sugerencias. Psicólogos están notando un drástico cambio de comportamiento de la generación Y a generación Z. Para la generación Y, el énfasis siempre ha sido profesional y de estudios, mientras que la generación Z le da menos importancia a la carrera profesional y los estudios formales, sean cuales fueran. En su vida personal puede haber falta de comunicación, y debido a ésta falta de comunicación no pueden ser muy eficaces para la educación de las generaciones futuras por sí mismos. También, y debido a ello, en el momento en que la Generación Z empiece a trabajar puede llegar a haber gran escasez de profesionales especializados como médicos y científicos. <strong>Generación Z en la historia</strong> En rangos generales esta generación presenta recuerdos concretos a partir del año 2000 Aunque su memoria es extremadamente limitada en cuanto a las décadas anteriores, sólo los más grandes de esta generación conservan algunos recuerdos de finales de los años 1990 por los pocos recuerdos que tiene desde la niñez.

La Generación Z

La Generación Y, Echo Boomers o Millennials

«Son criticados por ser impacientes, malcriados y sobre todo, por tener un título académico». Así comienza la periodista Leslie Kwoh su artículo sobre cómo las empresas tratan de captar o lidiar con los chicos de la generación Y. Pero… ¿Qué es esta generación? Algunos la llaman Y, otros los Echo Boomers y algunos especialistas como los Millennials.

Los Millennials, son aquellas personas nacidas entre 1981 y 1995 (aproximadamente) que todas en conjunto, tienen unas características propias, es decir, tiene una personalidad. Sus edades van entre 15 y 29 años y son los hijos de la generación del Baby Boom.

La agencia mundial OMD realizó una encuesta en 32 países a más de 2500 personas de esta edad y determinaron algunas de sus particularidades que, gracias (o por culpa) de la crisis económica que ha explotado en los último años, han tenido que cambiar.

El término Millennials viene dado debido a que son la generación que se hizo mayor de edad con la entrada del nuevo milenio. Según la encuesta de la OMD, los millennials «nacieron en una época de prosperidad económica (…) Las familias prosperaban y los niños vivían en hogares seguros y confortables».

Según esta investigación, debido a que eran menos hijos que en la generación de sus padres, la renta de cada niño «Y» era mayor. Y hay un poco más de 1,700 millones en todo el mundo. Solamente en Estados Unidos (informa Dan Schawbel en la revista Time) hay entre 79 y 80 millones de millennials.

Las diferentes generaciones siempre han sido analizadas, casi siempre a posterior, sin embargo, esta es una generación que «ha pasado gran parte de su existencia disfrutando de los mayores niveles de bienestar, pero que ahora vive un duro despertar», explican en el estudio.

La generación más preparada… en paro

Gran parte de ellos están afectados por el paro. Sin embargo, hasta ahora han tenido hasta 111% más poder de compra que sus padres. En esta encuesta lo denominan como «compradores quisquillosos», ya que quieren el tener el control total de esta experiencia de compra y «necesitan libertad para probar y buscan sentirse al mando».

Es decir, son la población ideal para las marcas y vendedores, sin embargo, se dividen entre subgrupos que tiene diferentes actitudes frente al gasto y el ahorro. Por ejemplo. Los chicos entre 15 y 17 años (no es restrictivo) son los «exploradores». «Ellos compran para conocerse. Gastan lo que tiene sin más, no tienen una consciencia clara del ahorro», explica Sergio Rodríguez, director de Investigaciones Estratégicas que participó en el estudio, enfocado hacia la población española.

La siguiente franja va de los 18 a los 24, estos son más conscientes, aunque todavía se están conociendo ya tiene más sentido del ahorro. La última (los mayores de 25 años), es la de los establecidos «compran cosas que ven como una inversión», señala el especialista.

Los Millennials tienen buenos grados de educación. Esta no es la primera encuesta que se realiza sobre esta generación. En marzo de este año, la cadena de televisión estadounidense MTV realizó un estudio que arrojó varias características de esta franja generacional, y que estaba enfocado hacia el ámbito laboral.

«Mis jefes pueden aprender mucho de mí»

Según reseña la página web Mediapost, un 89% de ellos considera que «es importante aprender constantemente en el trabajo». Más del 50% prefiere «no tener empleo a estar en un trabajo que odien». Esto corresponde a la idea de su sentido de la vida.

«Tiene una mentalidad más abierta de la ‘vivir la vida’ y no tan agresiva como la de sus padres que trabajaban solo para ganar dinero y obtener un buen puesto en una empresa», resume Rodríguez en relación con la encuesta de la OMD. De hecho, otro dato que refuerza su visión ante la vida y las normas en el lugar de trabajo es que un 79% considera que debería estar permitido ir al trabajo en jeans todo el tiempo, a diferencia de sus progenitores que relacionaban el empleo o la oficina con guardarropa más ejecutivo y menos casual. Los Millennials exigen que les dejen ser originales en el trabajo, y eso incluye su estilo personal de vestimenta con el que se sientan cómodos.

«Mis jefes pueden aprender mucho de mí». Esto es lo que considera un 76% de los millennials consultados en Estados Unidos. Aunque parezca que son tan egocéntricos, en realidad ocho de cada diez encuestados señala que necesita feedback de sus mentores o jefes, ya que piensan que solo así pueden saber cómo están haciendo su labores, a diferencia de las generaciones anteriores que prefieren alcanzar sus objetivos de manera solitaria.

Sin embargo un 65% considera que «ellos deberían orientar a sus compañeros mayores cuando se trata de temas de tecnología». Y lo más probable es que tengan algo de razón, ya que los Millennials fueron la primera generación que se ha criado bajo el paraguas de la tecnología, el Internet y las redes sociales.

Los deberían querer en las empresas

Sus pocas ganas de adaptación a los actuales ambientes laborales le hacen migrar o fundar sus propios negocios. Sin embargo, las empresas están tratando de buscarles un espacio, ya que solamente en los Estados Unidos, para el 2020 esta generación será el 40% de fuerza de trabajo y el 75% para el 2025, según la Oficina de Estadísticas Laborales citada por The Wall Street Journal.

Pero no solamente por esto, sino que les interesan. «En este entorno económico riesgoso, la energía, la inteligencia, su amplio conocimiento y saber hacer con la tecnología, los jóvenes de la generación Y serán esenciales para todas las organizaciones de alto rendimiento», señala un estudio publicado en 2009 por Delloite.

La investigación de Delloite señala que son un riesgo a tomar por las empresas ya que son más propensos a aceptar responsabilidades mucho más pronto en sus carreras que las personas mayores que ellos, no tienen miedo de tomar retos aunque tengan metas un poco ambiguas, son conscientes o muy inteligentes en cómo conocer lo que se quiere en el mercado y sabe trabajar muy bien en equipo.

Un estudio publicado por Pew Research apuntaba que los millennials señalaban su inteligencia superior, la ropa, la tecnología y la cultura pop como sus rasgos definitorios. De hecho, su elección de carrera no estuvo definida por el salario sino por el estilo de vida. Quizás, como apunta The Washington Post, «como los actuales sitios de trabajo apestan, los cambios causados por la Generación Y sean lo mejor para todo el mundo».

Fuente: http://www.abc.es/20121103/sociedad/abci-millennials-generacion-201211021603.html

La Generación Y, Echo Boomers o Millennials