El vaticano propone crear un gobierno mundial

Casi actuando como profeta o anunciador de la necesidad de un Gobierno mundial en liderazgo y economía, el Pontificio Consejo para ‘Justicia y Paz’ del Vaticano, presidido por el cardenal Peter Turkson, ha propuesto la creación de una Autoridad Política Mundial y un Banco Central Mundial para favorecer “mercados libres y estables, disciplinados por un cuadro jurídico adecuado” frente a la actual crisis económica y financiera.

Según ha explicado el dicasterio vaticano, esta Autoridad debería tener “un horizonte planetario” al servicio “del bien común “, aunque ha precisado que esta autoridad “no puede ser impuesta por la fuerza, sino la expresión de un acuerdo libre y compartido” entre los países. “El ejercicio de una autoridad así tendrá que ser necesariamente super-partes”, destaca la nota publicada por la Radio Vaticana.

Así, el Vaticano ha subrayado que los gobiernos “no deberán servir incondicionalmente a la autoridad mundial” sino que, por el contrario, debe ser esta autoridad “la que se debe poner al servicio de todos los países miembros, según el principio de subsidiariedad”.

El Vaticano ha recordado que el objetivo de esta autoridad será “crear mercados eficientes y eficaces para que no estén protegidos por políticas nacionales paternalistas” y promover “una equitativa distribución de la riqueza mundial” mediante “formas inéditas de solidaridad fiscal global”.

No obstante, el Vaticano ha precisado que “todavía queda mucho camino por recorrer antes de crear una autoridad pública con competencia universal”, aunque ha recordado que será necesaria “una previa práctica del multilateralismo”. Según indica, la Organización de las Naciones Unidas sería la encargada de crear esta autoridad mundial.

BANCO CENTRAL MUNDIAL
Además, el dicasterio vaticano ha destacado que la economía “necesita de la ética para su correcto funcionamiento” y recuperar también “el primado de lo espiritual y la ética”, así como “medidas de tasación de las transacciones financieras, mediante cuotas equitativas” para contribuir “a la constitución de una reserva mundial y sostener las economías de los países golpeadas por la crisis”.

Por ello, el Vaticano ha pedido que se proceda a la reforma “del sistema monetario internacional” para dar vida “a una forma de control monetario global” y ha subrayado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) “ha perdido su capacidad de garantizar la estabilidad financiera global”.

Así, el Vaticano ha precisado que es necesario un organismo que desarrolle las funciones de “un banco central mundial que regule el sistema de los cambios monetarios” y regule las actividades “bancarias y financieras”.

Según explica la nota del dicasterio, la comunidad internacional debe crear un cuerpo legislativo “mínimo y compartido de reglas” para gestionar “el mercado financiero global”.

Fuente: http://www.protestantedigital.com/ES/Internacional/articulo/13553/El-vaticano-propone-crear-un-gobierno-mundial

El vaticano propone crear un gobierno mundial

Ignorancia, “Iglesias Emergentes” y ecumenismo

No cabe duda que cada día en la Iglesia Evangélica son más evidentes los daños por la falta del conocimiento serio de las Escrituras; digo conocimiento serio, porque en muchos sectores cristianos la Biblia se ha tomado como un mero libro de referencia para filosofía, moral y buena conducta.

Pero no podemos pasar por alto de que esa falta de conocimiento, que es ignorancia, tiene como uno sus principales orígenes en las personas que están a cargo de las congregaciones, dígase predicadores, pastores, evangelístas, etc., pues ¿cómo se le puede pedir a un creyente el conocimiento de las Escrituras, si hay pastores tienen entretenidas a las congregaciones en actividades especiales, en lugar de dedicarse a la predicación y enseñanza de la sana doctrina?, ¿cómo se le puede pedir a un creyente el conocimiento de las Escrituras, si hay pastores que nisiquiera una sola vez han leído completamente la Biblia?, ¿cómo se le puede pedir a un creyente el conocimiento de las Escrituras, si hay pastores que no leen la Biblia, ni la estudian para vivirla y preparar la predicación?

Ante esa situación, que no es la única, no es de extrañarse del porqué, de la rapidez con que se expanden los movimientos de engaño, error y apostasía.

Por ejemplo, uno de los movimientos que ha aprovechado ese desconocimiento bíblico es el llamado “Iglesias Emergentes” o “Iglesia Emergente 2.0” o “Movimiento de la Iglesia Emergente”; que basa su teología en lo que llaman “El Reino de Dios y la justicia”, que promueve un “nuevo tipo de cristiano” y la “Espiritualidad Evolutiva Cristiana”; que dice ser independiente de las tradiciones religiosas cristianas y hace énfasis en el dialogo intrareligioso.

Ese neo-movimiento ha sido moldeado por la teología y enseñanzas de sacerdotes católicos, sacerdotes jesuitas y de la masonería, entre otros, tal como debería ser en ese tipo de corriente.

La wikipedia indica cuatro categorías de Iglesias Emergentes:

1. Modelo Deconstruccionalista: El grupo más conocido. Son iglesias postmodernas en el amplio sentido de la palabra. Influenciadas por la deconstrucción, un enfoque filosófico postestructuralista y del discurso filosófico de Derrida, Lyotard, Foucault y Caputo. Sostienen que los cristianos deben adoptar el postmodernismo y para ello deben contextualizar el Evangelio a los tiempos actuales.

2. Modelo Premodernista/Agustiniano: Se inclinan más hacia un estilo de postmodernismo renacentista (similar a lo que está representado en la Cosmopolis de Toulmin). Basados en el pensamiento modernista temprano o la etapa pre-moderna. San Agustín y Santo Tomás son figuras claves para este grupo. Su teología tiende a poner énfasis en la tradición dentro del marco general de la fe cristiana, en lugar de simplemente basarse en la contextualización. Para ellos revisar la historia revela un camino mejor.

3. Modelo De la Iglesia de la Paz Emergente (o Emegente Anabautista): Este modelo se posiciona con las tendencias no conformistas de Jesús, La Iglesia debería seguir las huellas de Jesús usando métodos no violentos demostrando así el amor hacia los enemigos y el cuidado a los pobres. Es una renovación del ascetismo. Ven a Jesús (y su encarnación) como el modelo cultural a proponer. Han sido influenciados por Wittgenstein, Barth, Bonhoeffer, John H. Yoder, McClendon y Nancey Murphy.

4. Modelo Fundamentalista: Ala más conservadora por la forma como interpretar la Escritura. Enfoca su eclesiología en forma tradicional (predicación estándar, música de adoración típica de un culto, etc), pero procuran al mismo tiempo ser innovadores. Esta innovación puede verse porque algunos se reunen en bares, aceptan que las personas se pongan tatuajes, pueden utilizar palabras que tradicionalmente no son aceptables en el púlpito, usan música de rock pesado en el culto. Todo esto puede brindar una atmósfera de “alternabilidad” en los servicios.

Finalmente, espero agregar más información a este post o de ser necesario publicar nuevos, respecto al mismo tema.

Atte.

Juan Antonio
masNobles.net

Referencias
http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_emergente
http://apprising.org/2010/06/05/mike-morrell-on-matthew-fox-john-wimber-and-the-emerging-church/

Específicamente de la Masonería y la Iglesia Emergente llamada “Comunidad Cristiana Vineyand”:
http://truthspeaker.wordpress.com/2009/09/25/freemasonry-gnosticism-the-kabbalah-and-christianity/

Ignorancia, “Iglesias Emergentes” y ecumenismo

La masonería y William Miller: El antepasado de la IASD y los Testigos de Jehová

Es considerado como el fundador del Movimiento Adventista (también conocido como Movimiento Millerista), de los años 1830 y 1940 en Norteamérica. Entre sus descendientes espirituales directos existen varias religiones, incluyendo la Iglesia Adventista del Séptimo Día y movimientos posteriores que se fundaron con la inspiración directa del énfasis de Miller en la profecía bíblica, incluyendo el Movimiento de Estudiantes de la Biblia ó Russellitas, actualmente conocidos como los Testigos de Jehová.

VIDA TEMPRANA

Miller nació el 15 de febrero de 1782 en Pittsfield, Massachusetts. A la edad de 4 años, su familia se mudó a Hampton Nueva York. Fue educado en casa por su madre, hasta los 9 años de edad, cuando ingresó en la recientemente establecida Escuela del Distrito de Poultney del Este. Se desconoce si Miller cursó alguna educación formal después de los 18 años; a pesar de ello, continuó leyendo vorazmente. En su juventud es sabido que tuvo acceso a las bibliotecas privadas del Juez James Witherell, del Congresista Matthew Lyon en la cercana Fairhaven, Vermont y de Alexander Cruikshanks de Whitehall, Nueva York.[1]

En 1803, Miller contrajo matrimonio con Lucy Smith y se mudaron al pueblo de su esposa, cercano a Poultney, Vermont, donde se convirtió en granjero. Mientras Miller era electo como miembro de la Oficina Civil de Poultney, comenzó con el oficio de Guardia. En 1809 fue elegido para el puesto de Sheriff Diputado y en una fecha desconocida fue elegido como Juez de Paz. Miller sirvió en la milicia de Vermont y fue comisionado como teniente el 21 de julio de 1810.

Poco después de su cambio a Poultney, Miller rechaza sus creencias bautistas y se convierte en Deísta. En su biografía, Miller reseña su conversión: “Me hice conocido de los principales hombres en esa aldea (Poultney, N.Y.), que eran abiertamente Deístas; pero eran buenos ciudadanos, y de una conducta y moral serias. Ellos pusieron en mis manos los trabajos de Voltaire, Hume, Paine, Ethan Allen y otros escritores deístas”.[2]

SUS CREENCIAS MASONICAS

Miller fue también un activo francmasón: “Fue aquí (Poultney, Vermont) donde el Sr. Miller se convirtió en miembro de la fraternidad masónica, en la cual su perseverancia, sin nada más, se manifestó; avanzó al grado más alto que las logias en el condado, o en la región, podían conferir.”[3] Poco sabemos de los lazos masónicos de Miller, aparte de los registrados por su biógrafo Sylvester Bliss. La mayoría de los autores subsecuentes ignora este hecho o no mencionan comentario alguno. Whitney R. Cross especifica que Miller era un masón del Arco Real pero no da más detalles o fuentes.[4] H. Y. Smith y W. S. Rann, editores del libro de 1886 Historia del Condado Rutland Vermont con Ilustraciones y Bosquejos Biográficos de algunos de sus Prominentes Hombres y Pioneros muestra al “Rev. William Miller” como uno de los cincuenta y un individuos listados por el Sr. Clarke como “los que han sido prominentes en el Orden de este condado (Rutland).”[5] Miller (listado como el Cap. Miller) es nombrado posteriormente como uno de los primeros Maestros de la Logia Estrella de la Mañana, No. 27. Se dice de esta logia que fue “organizada en Poultney anteriormente a 1800, pero la fecha exacta no es conocida.”[6] En una carta escrita a su amigo Truman Hendryx, fechada el 17 de noviembre de 1832, Miller se regocija cuando la Antimasonería muere en su localidad.[7] Las declaraciones de Miller referentes a la Antimasonería se fechan bien después de su conversión en 1816, y parecen indicar que Miller no veía contradicciones entre su religiosidad Bautista y sus creencias Masónicas. No parece probable que Miller fuese masón activo mientras seguía su permiso como ministro de la Iglesia Bautista de Low Hampton el 12 de septiembre de 1833; la logia de Poultney -y la mayoría de las otras logias cerró en 1832 durante el tiempo del fervor Anti-Masón. Aunado a esto, Miller regresó a Low Hampton en 1815. Sin embargo, como se mostró previamente, la evidencia sugiere que él por lo menos, mantuvo su simpatía por el movimiento masónico hasta 1834, y posiblemente después.[8]

SERVICIO MILITAR Y LA SUPUESTA “EPIFANÍA”

Al comienzo de la Guerra Anglo-Estadounidense de 1812, Miller reunió una compañía local de hombres y viajaron a Burlington, Vermont. Fue transferido al Trigésimo Regimiento de Infantería en el Ejército Regular de los Estados Unidos con el rango de Teniente. Miller pasó la mayor parte de la guerra trabajando como reclutador y el 1 de febrero de 1814 fue promovido a Capitán. Vio por primera vez acción en la Batalla de Plattsburgh, donde las fuerzas americanas sumamente superadas en número vencieron a su contraparte británica. Miller llegó a ver el resultado de esta batalla como milagroso y por lo tanto, en desacuerdo con su opinión deísta de un dios distante, alejado de los asuntos humanos. Escribió posteriormente, “Me pareció que un Ser Supremo debió haber observado los intereses de esta nación en una forma especial, y nos liberó de las manos de nuestros enemigos… un resultado sumamente sorprendente, contra tales probabilidades, me pareció el trabajo de una fuerza más poderosa que el hombre”.(Memoirs of William Miller, Sylvester Bliss, 52-53)

Después de combatir en la guerra de 1812, tuvo una epifanía espiritual, y fue llamado al bautismo. Después de mucho estudio, Miller estaba convencido de que la cronología bíblica señalaba el inminente fin del mundo, y en 1832, tuvo la confianza suficiente para dar a conocer sus creencias.[17]

MILLERISMO

Para Miller el fin del mundo tenía que estar cerca y daba como razonamientole que en 1798 había concluido la supremacía papal, que un tal Wolf había predicado a Cristo a Judíos, parsis, turcos e hindúes, y que, además, algunos pueblos, como los árabes del Yemen y los tártaros, esperaban a Cristo para una fecha cercana a 1840. No hace falta ser erudito bíblico para comprender que los argumentos de Miller carecían de la más mínima base sólida. [18]

Cartel profético Millerista sobre las profecías de Daniel y Revelaciones del año 1843. Desde 1840 en adelante, el Millerismo se transformó de un “movimiento regional oscuro, a una campaña nacional”. La figura clave en esta transformación fue Joshua Vaughan Himes, pastor de la capilla de la calle Chardon en Boston y un experimentado editor. A pesar de que Himes no aceptó completamente las ideas de Miller hasta 1842, estableció el periódico quincenal Señales de los tiempos [10] el 28 de febrero de 1840, para publicarlas.[9]

A pesar de la urgencia de sus partidarios, Miller nunca fijó una fecha exacta para la Segunda Venida. Sin embargo, en respuesta a sus peticiones, redujo el período a algún día dentro del calendario Hebreo comenzando en el año gregoriano de 1843, registrando: “Mis principios en breve, son, que Jesucristo vendrá otra vez a esta tierra, limpiará, purificará, y tomará posesión del mismo, con todos los santos, en algún momento entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844.[11]

El 21 de marzo de 1844 pasó sin incidentes, algunas discusiones y estudios posteriores resultaron en la pronta adopción de una nueva fecha: 18 de abril de 1844, basado en la interpretación caraísta del Calendario hebreo (opuesta al calendario rabínico).[12] Como en la fecha pasada, el 18 de abril pasó sin el retorno de Cristo. Miller respondió públicamente, escribiendo: “Confieso mi error y reconozco mi decepción; pero aún creo que el día del Señor está cerca, casi a la puerta”.[13]

En agosto de 1844 en un campamento de reunión en Exeter, Nuevo Hampshire, Samuel S. Snow presentó un mensaje que llegó a ser conocido como el mensaje de los siete meses o el verdadero grito de medianoche. En una discusión basada en tipología escritural, Snow presentó su conclusión (aún basada en la profecía de los 2300 días de Daniel 8:14), que Cristo regresaría el décimo día del séptimo mes del presente año 1844.[14] Otra vez usando el calendario de los judíos caraístas, el día fue determinado como el 22 de octubre de 1844.

LA GRAN DECEPCIÓN

El 22 de octubre y el amanecer del 23 de octubre, se convirtieron en la gran decepción de los Milleristas. Hiram Edson registró que “Nuestras más profundas esperanzas y expectativas fueron destrozadas, y un espíritu de angustia vino sobre nosotros como nunca antes había experimentado… lloramos y lloramos hasta el atardecer.”[15] Después de la Gran Decepción muchos Milleristas simplemente renunciaron a sus creencias. Algunos no lo hicieron y proliferaron puntos de vista y explicaciones. Miller inicialmente parecía creer que la Segunda Venida de Cristo aún iba a tener lugar, que “el año de expectativa estaba de acuerdo a la profecía; pero… que debía de haber algún error en la cronología de la Biblia, que provenía de algún error humano, que podría haber desechado alguna fecha y que esto de alguna forma contará para la discrepancia.”[16]

Apenas habían abandonado los adeptos de Miller el lugar donde se habían reunido por la noche, cuando uno de ellos, llamado Hiram Edson, de vuelta a su casa supuestamente tuvo una visión. “Cristo aparecía en el firmamento y llegaba a un altar en el cielo”. Presuntamente Miller no se había equivocado. “Cristo había llegado… pero no a la tierra sino al santuario del cielo”. Se había acertado en la fecha, sólo que se había fallado en el recorrido de Cristo. Por obra y gracia de la visión de Edson, Miller de nuevo era presentado como profeta de Dios y una interpretación absurda de Daniel 8 pasaba a convertirse en piedra aún más esencial de la doctrina del adventismo.[19]

En contra de lo que habían enseñado todas las iglesias cristianas durante todo el tiempo anterior, los adventistas anunciaron que el sacrificio expiatorio de Cristo no se había consumado en la cruz, sino en 1844.[20]

REREFENCIAS

[1] Memoirs of William Miller, Sylvester Bliss, 13
[2] Apology and Defence, William Miller, 24
[3] Memoirs of William Miller, Sylvester Bliss, 21-22
[4] The Burned-over District: A Social and Intellectual History of Enthusiastic Religion in Western New York, Whitney R. Cross, 288
[5] History of Rutland County p29 (http://www.rootsweb.com/~vermont/RutlandCountyHistorypage29.html). Consultado el 2006-08-23
[6] History of Rutland County p30 (http://www.rootsweb.com/~vermont/RutlandCountyHistorypage30.html). Consultado el 2006-08-23
[7] The Burned-over District: A Social and Intellectual History of Enthusiastic Religion in Western New York, Whitney R. Cross, 123
[8] History of Rutland County p29 (http://www.rootsweb.com/~vermont/RutlandCountyHistorypage29.html). Consultado el 2006-08-23
[9] Apology and Defence, William Miller, 5
[10] http://www.adventistarchives.org/documents.asp?CatID=30&SortBy=0&ShowDateOrder=True
[11] William Miller and the Advent Crisis, Everett N. Dick, 96-97
[12] Millennial Fever, George R. Knight, 163-164
[13] Memoirs of William Miller, Sylvester Bliss, 256
[14] Advent Herald, 21 de agosto de 1844, Samuel S. Snow, 20
[15] Millennial Fever, George R. Knight, p.218
[16] William Miller and the Advent Crisis, Everett N. Dick, p. 27
[17]Evidence from Scripture and History of the Second Coming of Christ, William Miller; vii
[18]Los Masones, Cesar Vidal, 202
[19]Los Masones, Cesar Vidal, 203-204
[20]Los Masones, Cesar Vidal, 204

La masonería y William Miller: El antepasado de la IASD y los Testigos de Jehová

Las experiencias espirituales reemplazarán a la doctrina

La experiencia espiritual reemplazará a la doctrina” fue una de las declaraciones realizadas por Alice Bailey en 1957 en su libro titulado “La exteriorización de la jerarquía” (The Externalization of the Hierarchy).

Alice Bailey nació en Mánchester, Lancashire, el 16 de junio de 1880 y falleció en Nueva York, el 15 de diciembre de 1949. Fue una practicante del esoterismo y escritora inglesa. Perteneció en su juventud al centro de la Sociedad Teosófica [1]. Fue fundadora de la Escuela Arcana. Sus escritos son considerados unos de los precursores de la Nueva Era [2]. Bailey aseguró ser la canalizadora del espíritu del Maestro Ascendido Tibetano, Djwhal Khul [3]; es decir que afirmaba que el espíritu de Djwhal Khul se comunicaba a través de ella, e incluso que los libros que ella escribió fue en base a lo que dicho espíritu le enseñaba[4].

En el libro “La exteriorización de la jerarquía”, de Djwhal Khul, Bailey declara que la experiencia espiritual tendrá preeminencia sobre las doctrinas, pues afirma: “Por lo tanto, en el nuevo orden mundial, la espiritualidad prevalecerá a la teología, la experiencia vivida tomará el lugar de las aceptaciones teológicas” (The Externalization of the Hierarchy, p. 202)[4][5].

Ahora bien, llama la atención ver cómo los personajes [6] de corte ecuménico están llevando a la práctica el enunciado de Alice Bailey, pues entre ellos la experiencia espiritual tiene mayor preeminencia, prioridad e importancia que la doctrina bíblica. Algunos han afirmado que las experiencias espirituales son mejores que la predicación o enseñanza de la Palabra de Dios; incluso han promovido y dado lugar a extraños movimientos espirituales encubriéndolos como verdaderos.

La Iglesia de Jesucristo no debemos ignorar las maquinaciones del enemigo, pues estamos en los tiempos finales y se están introduciendo falsos cristos, falsos profetas y lobos rapaces que no perdonan el rebaño del Señor para conducirlos al engaño, error y destrucción. [7][8][9]

Atte.

Juan Antonio
www.ladoctrina.org

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Alice_Bailey
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Era
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Djwhal_Khul
[4] http://www.ladoctrina.org/material/libros/LaONUyLaNuevaEra.pdf p16
[5] Edición en español: En el nuevo orden mundial, por lo tanto, la espiritualidad reemplazará a la teología y la experiencia viviente tomará el lugar de las aceptaciones teológicas.
[6] 2 Timoteo 3:1,2, 5 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres […] que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella.
[7] 2 Corintios 2:11 para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
[8] Hechos 20:29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.
[9] Mateo 24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Las experiencias espirituales reemplazarán a la doctrina

La masonería, Joseph Smith y los mormones

El peso de la masonería en el reverdecer del ocultismo del siglo XIX fue ciertamente extraordinario, hasta el punto de que no puede entenderse su historia sin hacer referencia a él. Ya hemos indicado como uno de sus componentes esenciales – y de sus atractivos – era la pretensión de poseer un conocimiento secreto, una gnosis, que sólo se comunicaba a los iniciados. Esta circunstancia – absolutamente esencial en la historia de la masonería y, sin embargo, tantas veces omitida – explica, por ejemplo, el considerable papel representado por la masonería en la configuración de algunas de las sectas surgidas durante el siglo XIX.

De entre las sectas contemporáneas, la más importante, con diferencia, es la iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días, más conocidos popularmente como los mormones.  Todo eso es más o menos conocido, lo que ya resulta mucho menos sabido es que Joseph Smith Jr. era masón y que la masonería desempeñó un papel muy considerable en el nacimiento y establecimiento de la secta.

Resulta obligado decir que nada puede alcanzar la categoría de comprensible en relación con la historia y la teología de los mormones – a la que Ferguson denominó la religión sintética de Utah – sin hacer referencia a la persona de su fundador y profeta Joseph Smith .

Smith nacido el 23 de diciembre de 1805 en un entorno doméstico peculiar. Los vecinos de Smith consideraban a la familia de éste como “analfabeta, bebedora de whiskey, holgazana e irreligiosa” (1). La madre de Smith, Lucy Mak, practicaba la hechicería y alimentaba la pretensión –por lo visto no del todo desprovista de fines crematísticos– de tener visiones.

El padre, Joseph, más conocido como Joe, contaba con una cierta popularidad que emanaba de que su ocupación consistía en buscar tesoros en favor de aquellos que le pagaban con esa finalidad. Está documentado que el joven Joseph Smith acompañaba con frecuencia a su padre en estas expediciones a mitad de camino entre el fraude y lo oculto, y desde edad muy temprana se dedicó a la práctica de la adivinación y de decir la fortuna mediante el uso de piedras, una práctica específicamente prohibida por la Biblia (2). Sin embargo, de manera aún más interesante, la familia de Joseph Smith estaba estrechamente vinculada con la masonería.

El padre, Joseph Smith Sr. había sido iniciado en el grado de maestro masón el 7 de mayo de 1818 en la logia de Ontario n. 23 de Canandaigua, Nueva York. Uno de los hijos mayores, Hyrum Smith, era miembro de la logia Mount Moriah n. 112 de Palmyra, Nueva York.

Las fechas resultan interesantes porque en 1820, según el relato de los mormones, Dios se le apareció a Joseph Smith en un episodio que explica el surgimiento de la secta .

El relato oficial es como sigue. En 1820, cuando Joseph Smith tenía sólo catorce años , se adentró, una hermosa mañana de inicios de la primavera, en el bosque. Al parecer había decidido orar para descubrir cual de “todas las sectas era la correcta”, una oración nada baladí teniendo en cuenta la vinculación de su padre con la masonería. Mientras, presuntamente, se hallaba en oración vio sobre él, en el aire, a dos personajes. Uno de ellos señaló al otro y exclamó: “Este es mi Hijo amado, escúchalo” . Después, uno de los dos personajes le dijo que todas las iglesias estaban equivocadas.

Sería de esperar que esta visión de radical importancia hubiera sido registrada desde el principio entre los recuerdos y testimonios del futuro profeta. Lo cierto es que no fue así. Los mismos mormones se han visto obligados a reconocer que “el relato oficial de la primera visión de Joseph Smith y las visitas del ángel Moroni… fue publicado por primera vez en 1842”(3), es decir, 22 años después de acontecidos los hechos. Hasta qué punto este “retraso” resulta absurdo podemos verlo en el hecho de que la secta fue fundada oficialmente en 1830, el mismo año de publicación del Libro de Mormón. ¿A qué se debe que la piedra básica – la visión divina de Smith – sobre la que está edificada la secta de los mormones no fuera mencionada por el profeta sino veintidós años después de presuntamente acontecida?.

Diversas investigaciones parecen apuntar a una causa bien poco presentable: el mismo Joseph Smith no contó siempre la misma historia y ello se debe sencillamente a que la misma no era verdad. Jerald y Sandra Tanner (4) han dejado de manifiesto que en el interior de la secta circulaban, al menos, dos versiones diferentes de la visión divina de Smith si bien no salieron a la luz pública hasta que Paul Cheesman, un estudiante de la universidad Brigham Young, las publicó en 1965. Por si esto fuera poco, al año siguiente, James B. Allen, profesor asociado de Historia de la BYU, reveló otra versión más de la visión. Demasiados relatos discordantes para creer en una versión – hoy oficial – que, al parecer, desconocieron dirigentes mormones como Brigham Young y Oliver Cowdery (5).

El mismo Joseph Smith se destacó por ser el origen de este tremendo embrollo. A fin de cuentas, no relató siempre la misma historia . Así, el Messenger and Advocate de septiembre de 1834 y de febrero de 1835 publicó diversas versiones de la “primera visión” considerablemente diferentes de la oficial de 1842. Las diferencias son de bulto. En la versión ahora oficial, Joseph Smith tenía catorce años, buscaba saber qué secta era la verdadera y se le aparecieron el Padre y el Hijo. En las de 1834 y 1835, Joseph Smith tenía diecisiete años, lo que ansiaba saber es si existía un ser supremo y el que se le apareció fue un simple ángel. Para terminar de complicar las cosas el 29 de mayo de 1852 el Desert News publicaba unas declaraciones del profeta Smith en que afirmaba que la primera visión la tuvo a los catorce años y que fue de ángeles.

Esto fue corroborado posteriormente, por el apóstol mormón Orson Pratt (6) y por John Taylor, el tercer presidente de los mormones (7). Por desgracia para Smith, ni siquiera en la época en que coincidían casi todos en que quien se había aparecido era un ángel, llegaban a ponerse de acuerdo sobre la identidad del mismo. En la primera edición de la “Perla de gran precio” de 1851, pg. 41, se decía que el ángel era Nephi y la misma opinión sustentaba Lucy Mack, su madre. No obstante, después se denominó al ángel con el apelativo de Moroni. Finalmente, alguien debió de llegar a la conclusión de que una aparición del Padre y del Hijo siempre es mucho más atrayente que la de un simple enviado. Así esta tesis acabaría imponiéndose de manera oficial en la “Perla de gran precio”, uno de los libros sagrados de los mormones (8) .

Como fundamento- según el profeta y apóstol MacKay – de la organización que afirmaba ser la única iglesia cristiana, la visión primera de Smith da la impresión de dejar mucho que desear. No coinciden – de acuerdo a las diferentes versiones – ni la edad de Smith, ni el motivo de su oración ni los personajes que se le aparecieron. Francamente, un profeta con una memoria tan dudosa sobre asunto de tanta importancia no consigue crear precisamente confianza en la manera en que transmite las revelaciones ni en la veracidad de las mismas. Para colmo, la última – por el momento – versión de la visión de Smith se contradice con sus propias enseñanzas de manera directa.

En 1832, Joseph Smith afirmó haber tenido una revelación de Dios según la cual nadie puede ver a Dios sin tener el sacerdocio. Según el propio SmitH él no tuvo ese sacerdocio hasta pasado 1830 (9) pero la visión de Dios fue, al menos, diez años antes. Como y por qué Dios hizo una excepción a Su revelación en relación a Smith constituye un misterio que – hasta la fecha – ningún adepto de la secta ha conseguido aclarar.

Como ha dejado de manifiesto Floyd C. Mc Elveen, ambas revelaciones no pueden ser verdad. O bien Smith vio a Dios en 1820 – y eso se contradice con la revelación sobre el sacerdocio de 1832 – o bien la revelación de 1832 es falsa y con ello queda a salvo la veracidad de la versión – hoy oficial- de la visión de 1820. Naturalmente cabe también la posibilidad de que ambas visiones no fueran sino una falacia.

(1) Citado en B. Larson, Oc, p. 309.
(2) Las citas al respecto son claras. Por ejemplo, “No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos” (Levítico 19:26) o “ No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con el Señor cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Señor tu Dios echa estas naciones delante de ti. Perfecto serás delante de el Señor tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto el Señor tu Dios” (Deuteronomio 10, 8-14).
(3) Improvement Era, julio de 1961, p. 490.
(4) Jerald y Sandra Tanner, The First ision Examines. Salt Lake City. 1969.La obra constituye un clásico en el estudio de las fuentes de la secta.
(5).C..Mc Elveen, The mormon illusion, Ventura, 1977 pp. 24-25.
(6) Vid: Messenger and Advocate, vol.I, pp. 78-79.
(7) Journal of Discourses, Salt Lake City. (1966) vol. 13, pp. 65-66.
(8) Pearl of Great Price, Salt Lake City, 1958, p.48 par.17.
(9) Bruce R. McConkie, doctrines of Salvation, SALT Lake City, 1954, vol. I, p. 4.
– Fuente: protestanteDigital.com

La masonería, Joseph Smith y los mormones

Las conspiraciones del nuevo orden mundial

Recientemente un mi amigo me proporcionó un documental que habla de una de las conspiraciones de gobierno u orden mundial muy poco concidas, el Club de Bilderberg.

El documental se llama “End Game”, también existe un libro titulado “La Verdadera Historia del Club Bilderberg”, en ambos documentos se habla ampliamente de la conspiración del Club de Bilderberg, los documentos son recomendables.

En la wikipedia se encuentra algo acerca de ese grupo [ver Enlace]; también tienen una lista de otras conspiraciones muy intrigantes [ver Enlace], en las que se implican a los Iluminati [ver Enlace], los masones [ver Enlace], los atentados del 11 de Septiembre [ver Enlace], y más.

La importancia de estos temas recide en que la Biblia indica que en la tierra habrá un gobierno mundial que será dirigido por La Bestia (P.e Apocalipsis 13:11-18; Dn. 11:19-21)

Las conspiraciones del nuevo orden mundial