No cabe duda que estamos viviendo los tiempos peligrosos de los días finales, o postreros días (RV60+LBLA), pues vemos como en este tiempo se están cumpliendo las cosas que la Biblia indica como señales, previo al regreso de Jesucristo por su Iglesia.
Para aquellos lectores inquietos vean bien que dije “días finales” no “fin del mundo” porque son dos cosas totalmente diferentes.
En 2 de Timoteo 3: 1 al 5, leemos que en los tiempos peligrosos habrán personas con “18” características particulares, leamos:
Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.
Resalté tres de las 18 características y también la expresión: “teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder“, que la RV 1960 traduce “Tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”, porque concuerda exactamente con muchos de los líderes de la Iglesia Anglicana, que están evidenciando sus perversiones sexuales y que pretenden hacerlas ver como piadosas.
Acá les dejo una de tantas de estas noticias relacionadas con dicha iglesia:
Tras 20 años de estudio y oración Rowan Williams equiparó relación gay estable y matrimonio.
Según unas cartas que escribió antes de ser Primado de la Iglesia anglicana, su conclusión “tras 20 años de estudio y oración” es que “una relación sexual activa entre dos personas del mismo sexo podría reflejar el amor de Dios de una manera comparable al matrimonio”.
Cuando la Biblia condena las prácticas homosexuales, no lo hace porque considere que las relaciones entre personas del mismo sexo sean pecaminosas, sino para condenar a aquellos heterosexuales que buscan experimentar sexualmente o, lo que es lo mismo, porque rechaza la promiscuidad.
El juicio es de un teólogo liberal, pero no de cualquiera: se trata de Rowan Williams, actual arzobispo de Canterbury y líder de la iglesia anglicana.
Se lo comunicó a la psiquiatra Deborah Pitt, una creyente de la diócesis de Gales cuando era arzobispo de esta zona, hace ocho años, en unas cartas a las que ha tenido acceso el rotativo The Times y cuyo contenido ha hecho público.
La publicación de estas cartas aumenta la tensión en el seno del anglicanismo, que llegó a su máximo a raíz de la ordenación de sacerdotes gays con práctica homosexual conocida.
En la carta, Williams deja meridianamente clara una opinión que sólo se había traslucido en su discurso de forma parcial y entre líneas hasta ahora: que en su opinión la Biblia -en su condena moral de la práctica homosexual- no se refiere a los gays que lo son por naturaleza. Su conclusión expuesta en las cartas “tras 20 años de estudio y oración” es la siguiente: “Una relación sexual activa entre dos personas del mismo sexo podría reflejar el amor de Dios de una manera comparable al matrimonio”.
Esta visión asciende a la categoría de “convicción” en sus cartas, pese a que hace una clara distinción entre lo que cree como teólogo y su papel como líder religioso, donde tiene que tener en cuenta la visión tradicional de la mayoría de sus fieles.
Sobre cuándo empezó a tomar esta postura sobre la homosexualidad, Williams relata que se el cambio se produjo durante su época de profesor universitario en Cambridge, donde entró en contacto con alumnos cristianos que le preguntaron por la cuestión.