DIOS, LA BIBLIA, LA TEOLOGÍA DE LAS MISIONES Y EL REINO DE DIOS

A razón de la, cada vez más creciente, influencia de las doctrinas católico romanas en el desarrollo de la Iglesia Evangélica, como la demoninada “Teología de la Misión o Teología de las Misiones” que, en pocas palabras indica que la Iglesia debe establecer el reino de Dios sobre la tierra ocupándose en disminuir la pobreza y la injusticia social, así como en “transformar” a la sociedad; cosas que también son parte integral de la jesuítica y nefasta “Teología de la Liberación”; es necesario dejar de lado las teologías para entender bíblicamente qué es el reino de Dios.

Por ello se debe empezar por lo primero, es decir por leer la Biblia para saber qué es el reino de Dios en los términos que Él lo definió, describió y escribió, para tener la definición y visión correcta del reino de Dios y no la romanista y jesuítica que está anegando a algunos sectores evangélicos.

Recordemos las palabras del Señor Jesús “Mi Reino no es de este mundo; si de este mundo fuera mi Reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; ahora, pues, mi Reino no es de aquí.” (Jn. 18:36)

Acá les dejo una lista de algunos versos sin comentarios, lo cual podría ser en un futuro post:

Mateo 6:31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? 32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mateo 12:28 Y si por espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado á vosotros el reino de Dios.

Mateo 21:28 Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy á trabajar en mi viña. 29 Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fué. 30 Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo, señor, voy. Y no fué. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dicen ellos: El primero. Díceles Jesús: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al reino de Dios.

Marcos 1:15 Y diciendo: El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio.

Marcos 4:11 Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas á los que están fuera, por parábolas todas las cosas; 12 Para que viendo, vean y no echen de ver; y oyendo, oigan y no entiendan: porque no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.

Marcos 4:26 Decía más: Así es el reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra; 27 Y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y crece como él no sabe. 28 Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29 Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada. 30 Y decía: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿ó con qué parábola le compararemos? 31 Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las simientes que hay en la tierra; 32 Mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra.

Marcos 9:1 TAMBIÉN les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con potencia.

Marcos 9:47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo: mejor te es entrar al reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado á la Gehenna; 48 Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

Marcos 10:14 Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Marcos 12:32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 Y que amarle de todo corazón, y de todo entendimiento, y de toda el alma, y de todas las fuerzas, y aMarcos al prójimo como á sí mismo, más es que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dice: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.

Lucas 13:23 Y díjole uno: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24 Porfiad á entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se levantare, y cerrare la puerta, y comenzareis á estar fuera, y llaMarcos á la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos; y respondiendo os dirá: No os conozco de dónde seáis. 26 Entonces comenzaréis á decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste; 27 Y os dirá: Dígoos que no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí todos los obreros de iniquidad. 28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando viereis á Abraham, y á Isaac, y á Jacob, y á todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros excluídos. 29 Y vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte y del Mediodía, y se sentarán á la mesa en el reino de Dios.

Lucas 18:15 Y traían á él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos les reñían. 16 Mas Jesús llamándolos, dijo: Dejad los niños venir á mí, y no los impidáis; porque de tales es el reino de Dios. 17 De cierto os digo, que cualquiera que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Juan 3:3 Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. 4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Hechos 14:22 Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles á que permaneciesen en la fe, y que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

Romanos 14:17 Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.

1 Corintios 4:20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud.

1 Corintios 6:9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios.

1 Corintios 15:50 Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.

Gálatas 5:21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Efeios 5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, ó inmundo, ó avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

2 Timoteo 4:1 REQUIERO yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar á los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino.

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